Una cita me hizo abrir los ojos. Un hombre me estuvo acompañando siempre en mis momentos importantes y es gracioso que lo recuerde.
Me casé por amor pero eso no significa que tenga que tenga que seguirlo estando sin cumplir mi sueño. Ahora un hombr...
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— Primera Dama — Los soldados me hacen un saludo militar.
Les doy un asentimiento siguiendo mi camino hasta la oficina de Alex. He pensado mucho lo del divorcio y lo he atrasado más que nada por Christopher quien se encuentra muy feliz con su padre en casa pero se que funcionariamos más separados que juntos.
— Estoy embarazada — Me giro hacia el lugar vacío de la secretaria para después volver a la puerta de Alex.
— ¿Qué? — La voz de Alex resuena y mi mano aprieta el pomo de la puerta. — Esa cosa no es mía. — Ruge.
— Ministro juro que es suyo. — La escucho suplicar — Nunca me atrevería a mentirle con algo así.
— Vas a abortar ¿me escuchaste? Mi esposa no puede saber esta mierda, nadie debe saberlo. Te voy a dinero para que lo abortes o juro que te haré la vida miserable.
— Pero es nuestro hijo. Yo lo amo, mi hijo lo ama.
Abro la puerta haciendo que se queden en silencio, mis puños están apretados que incluso puede que suene como hipocrita sabiendo que me meto con su hermano pero un bastardo en demasiado. Más que Alex engaña a Sara desde el principio de los tiempos.
— ¿Embarazada? — Cierro la puerta a mis espaldas — Embarazaste a tu ramera.
Alex luce más que pálido, suelta el brazo de su ramera y se acerca intentando tomar mi mano. — Caramelo.
— Te lo advertí. — Alejo mi mano.
— Sara — Me ruega — Por favor. Hablemos esto en privado. — Se gira — ¡LARGO! — La ramera da un respingo.
— Quiero el divorcio. — Mi futuro ex esposo se gira más pálido que antes.
— ¡USTED NO LO AMA! — La loca se me viene encima pero le doy un puñetazo tirandola al suelo. — ¡¿Estás loca?! Estoy embarazada. Alex dile algo. Es fruto de nuestro amor. — Chilla.
— ¿Amor, quién mierda te habló de amor a tí? — Masculla Alex. — Sara mi amor, debes creerme esa cosa no es mía.
— ¿Creerte? — Me burlo. — ¿A tí? — La risa me gana — No voy a discutir contigo en presencia de sirvientes. — Me acerco a la secretaria quien tiembla — Basura.
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