Una cita me hizo abrir los ojos. Un hombre me estuvo acompañando siempre en mis momentos importantes y es gracioso que lo recuerde.
Me casé por amor pero eso no significa que tenga que tenga que seguirlo estando sin cumplir mi sueño. Ahora un hombr...
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Todos estamos sentados en la mesa de la gala pues solo los estábamos esperando para asistir. Ya había visto con mi abogado los papeles de división de bienes lo que me agrado mucho.
Chris luce un smokin a su medida mientras está sentado en mis piernas con recelo a que alguien más lo toque o cargue. Acaricio su pequeña mano lo que lo hace ser más mimoso restregando su cabeza en mi pecho.
— Christopher. Deja de ser tan mimoso en eventos así. — Ordena Regina.
— Mi hijo tiene cuatro años y asiste a la FEMF ¿que más quieres de él? Puede ser lo mimoso que él quiera. — Mascullo tallando la espalda de mi bebé.
Mis pensamientos me vuelven a distraer, enumerando las cosas que he hecho estos días además de poner como prioridad volver a los brazos de mi Daddy.
¿Mi? Osea que es tuyo
La burla de mi conciencia me hace apretar los labios, he abierto una cuenta solo para mi. Abrí varios restaurantes y hoteles sumando más ceros a mi cuenta. Bajo la mirada cuando siento las manos de mi hijo en mi collar comenzando a jugar con él.
— ¿No querías venir? — Pregunto en susurro.
— No — Mueve su cabeza hacia los lados.
— Bueno. No puedo hacer que no vuelvas a venir pero intenta disfrutar así sea con la comida amor, se que no es tu ambiente pero un futuro lo será. Si quieres llegando a casa mami te puede enseñar a pelear. — Hablo solo para él y alza la cabeza con sus ojos brillando de emoción.
— ¿Sabes pelear? — Se lleva una mano a su boca.
— Así es. — Lo tomo de las mejillas para besar su frente dejando mi labial ahí.
Christopher se gira tomando mi bolso y buscando algo, que cuando lo encuentra emite un sonido, me asomo y es mi pequeño espejo. Ve el beso en su frente y veo su sonrisa bajándose de mi regazo.
— Mira el beso de mi mami. — Se acerca a Alex para presumir.
— Ya veo. — Toma una servilleta — Déjame quitártelo hijo. — Alex se acerca a él.
— ¡No! — Llama la atención de todos y los flashes se disparan hacia nuestra mesa como las miradas.
— Christopher — Sara tiene una voz dura pero cariñosa para mi hijo que lo hace voltear. — Deja que tu padre te quite eso.
— Pero me lo ha dado mi mami. — Se cruza de brazos y no deja que su papá lo toque pues se acerca de nuevo a mi. — ¿Verdad que me sigo viendo guapo mami?
— Mi muñequito es el más guapo del mundo, deberías aceptar unos puñitos con tu tío Recce. — Recce lo carga por detrás sacandole una carcajada a mi hijo y a mi.
Lo sienta en sus piernas cuando regresa a su asiento y lo llena de besos sacandole grandes carcajadas, nuestras miradas conectan observando como sus grises se ponen más intensos y profundos.
