Capítulo 17

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  Despierto con la cálida sensación de unos brazos rodeándome, pero cuando me doy la vuelta la cama está vacía

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  Despierto con la cálida sensación de unos brazos rodeándome, pero cuando me doy la vuelta la cama está vacía. Poso la mano en el espacio existente y una oleada de calor me abrasa. Intuyo que cierto lobo ha estado aquí.

   Sin poder ni querer evitarlo, sonrío encandilada.

   Esa mañana planeo ser una persona pulcra, por ello comienzo a cribar la sección de lo que se ha convertido en pelotas de ropa sucia y limpia. Recojo los libros apilados en el suelo para ponerlos en la estantería que hasta ese momento es virgen; los jerarquizo en las lejas de acuerdo a su peso y mis preferencias. Los más grandes y extensos están abajo y mis favoritos justo en el centro, sólo así los tendré a disposición, pues he de subirme a una silla para alcanzar las siguientes repisas.

   Reviso las agendas y libretas por si tienen algún valor o en su defecto secretos tan viles como que adoro ponerle la zancadilla al gigantón de Dylan Martín. Cada uno con sus vicios.

   Papá abre los ojos, ojiplático, cuando detecta que el cuarto de su hija ha dejado de ser una leonera, un hábitat salvaje de un ser del mismo calibre. Corre hacia mí comprobando si tengo calentura. “Desde luego es un exagerado” pienso divertida. Avisa que estará con su cuadrilla buscando a los lobos que Bella desenmascaró el día en que casi la palmamos. Recuerdo cómo las expresiones de Harry Clearwater se contrajeron. Ahora sé porqué.

   Y rezo a cualquier divinidad que desistan al no hallar rastro alguno.

ᅳ¡Guau! ¿Qué ha pasado con tu cueva? ¡Eh, ese es mi flexo!ᅳSeñala Bella asomándoseᅳ. Llevo semanas buscándolo.

   Es evidente que bajo el desorden era imposible que lo supiera, pero ya me he exhibido.

ᅳOh…acabo de descubrir que tenía uno.ᅳMe hago la desentendidaᅳ. Puedes quedártelo.

ᅳ¡Es mío!

   Lanzo una secuencia de carcajadas que me provocan tirones en el estómago mientras mi hermana me observa desde la puerta con reproche (aunque parece querer reírse). Su vista aterriza en la superficie, juguetea con las manos en un claro estado de nerviosismo. “¿Con qué vas a salir esta vez?” me cuestiono hastiada.

Historia Lobuna | Embry Call → REESCRIBIENDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora