3 meses

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Ya habían pasado tres meses en los que seguiste aceptando las salidas de Yuta, pero nadie daba algún otro paso.

Para ese entonces, ya estabas enamorada de el y te emocionaba cada que iba por ti en las mañanas para acompañarte a tus clases, a una misión y cuando el regresaba de alguna lo primero que hacía era ir a verte. Habían tenido mucha cercanía.

-. Que bonita niña, así toda tiernita con su vestidito y sus medias de encaje rosa. Toda coqueta que parece una muñeca-
Decía Yuta apretando tus mejillas mientras sonreía burlesco.

En realidad te hacía burla para evitar llegar a decirte lo bien que se te miraban esa medias.
Lo tenían ansioso desde que saliste del baño ya vestida con ellas puestas mientras el te había estado esperando en tu cama.

Ibas de camino a una misión encubierta a un club donde las mujeres que hacían el poldance comenzaban a morir en medio baile o al terminarlo. Era temporada de San Valentín, por lo que las bailarinas usaban en ese tiempo trajes que las hicieran ver cómo muñecas, cosa que tampoco no era muy recomendable ya que era más difícil que se sujeten a el tubo por las mallas.

-. Ya cállate, déjame la cara vas a hacer que me crezca acné-. Quejaste.

Yuta solo se rió y negó, le gustaba molestarte porque era muy fácil ponerte roja o nerviosa, y te le hacías más linda de esa forma.

-. Eres una muñequita de porcelana, toda tierna y pequeñita, tan frágil a simple vista-.

-. Síguele Okkotsu, síguele.

Estabas ardiendo, el que Yuta te dijera eso y te aplastara las mejillas te estaba poniendo muy nerviosa. Demaciado dulce para ti.
Yuta solo alzo las cejas un poco sorprendido con el hecho de que lo llamaras por su apellido.

-. ¿O que?-. Te reto, aplastando un poco más tus mejillas, sin llegar a lastimarte.

-. No te voy a hablar en toda la semana.-. Amenazaste frunciendo el seño.

Yuta fingió afligirse ante eso pero no quitaba la sonrisa que tenía.

Pobrecita si pensabas alejarte de el, no permitiría eso, tu lugar ya estaba a un lado de él.

¿Quién lo decidió? El mismo.

-. No te atreves.

-. ¿Estás retandome? -. Ahora sonreiste tu, pensando en tener la victoria finalmente después de todas las veces que están en una situación similar.

Yuta se rió ante tu pregunta y comenzó a acercarse.

-. Disculpa, te lo estoy aclarando-. Susurro ahora más cerca de tus labios.

Pero se alejo después cuando el semáforo cambio de color indicando que tenían que avanzar.  Por lo que sus manos volvieron a el volante.

Era tan atractivo manejando.
Sus manos sujetando el volante.
Su perfil tan definido.
Pero lo que más te mataba eran esas ojeras que lo hacían ver cómo todo lo contrario de a como en realidad era.

-. Te crees muy importante.- murmuraste, con la intención de que te escuchará.

Y por supuesto que lo hizo.

-. Lo soy, cielo.-. La sonrisa no estaba, ahora se concentraba en el camino.

Solo rodaste los ojos y ya no le diste más importancia, cómo batallabas para contenerte de las ganas que tenías de besarlo. Te encantaba su ego, el como se mostraba seguro de si mismo y te lo restregaba cada que le dabas la mínima oportunidad.

꧁༒¿𝘗𝘳𝘦𝘰𝘤𝘶𝘱𝘢𝘤𝘪ó𝘯?༒꧂ Yuta Okkotsu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora