.Si, me gustó.

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-. Mira, esta bonito, ¿No?-. Le preguntaste a Yuta mostrando la foto de un vestido en color rojo desde tu celular.

Yuta, que se encontraba contestando algo en su celular volteo a ver el tuyo y asintió.

-. Es lindo, ¿Lo vas a querer?-. Hablo en voz baja, se miraba cansado.
Una de sus manos acariciaba tus cabellos mientras con la otra seguía contestando el celular.

-. Estoy ahorrando para otra cosa antes, no me puedo dar el lujo de un vestido de marca por ahora. O bueno, si, pero prefiero que me sobre dinero a qué me falte ese día-. Comentaste.

Yuta dejo de ver su celular de nuevo para verte a ti y sonrió.

-. Entiendo, ¿Para que ahorras si puedo saber?-. Apagó el celular poniéndolo en la mesita de noche de al lado de tu cama y se acomodo recostando su cabeza en tu pecho.

Había regresado de una misión hace una hora y cacho. Cómo ya tenía costumbre desde hace un poco tiempo fue a verte.
Fue una misión a el extranjero, por lo que no se vieron durante unos días y ahora quería pasarla todo el rato a un lado tuyo hasta que tuviera que regresar a su dormitorio.

Simplemente estaban en la cama sin hacer nada, ahora tenías a Yuta con su cabeza en tu pecho mientras se esforzaba por no quedar dormido.

Había sido una misión bastante pesada, había regresado agotado después de no dormir nada esos días y aún así lo primero que hizo fue ir a verte.

-. Es para un día especial, tengo muchos gastos en el mes de marzo-. Respondiste intentando no decir exactamente la ocasión para la que ahorrabas.

Yuta abrió sus ojos un poco más y alzo su vista para verte curioso. O al menos eso intentaba dar, parecía que caería dormido en cualquier momento.

-. ¿Que día especial en marzo?, ¿Para mí cumpleaños?-. Murmuró, mostraba ilusión en sus ojos.

-. No, para el mio-. Mentiste, sonríendo y fingiendo crueldad en tu rostro.

Yuta se rió y negó con la cabeza mientras volvía a hundir su rostro en tu pecho.

-. Tan detallista como siempre-. Dijo contra tu pecho. Una de sus manos te pellizco el abdomen y solo le diste un pequeño golpe en la cabeza.

-. Ahora menos te voy a dar algo-.

Mientras decías eso, tus manos acariciaban los cabellos de el con cuidado, haciéndole piojito.

-. Mi bonita es tan cruel conmigo-. Quejo Yuta, pero se reía. Sentías como se contenía para no reír porque su cuerpo temblaba apenitas.

Mi bonita..
...Mi bonita
Mi bonita...

-. Ya duérmete, antes de que te corra de mi dormitorio-. Lo amenazaste.

-. Ya estoy dormido-. Susurro, finjiendo un bostezo... Bueno, talvez no era fingido.

Solo sonreiste y seguiste acariciando sus cabellos. Mientras pasaba la siguiente hora te habías dado cuenta que Yuta solo suspiraba, pero no roncaba. Se te hacía algo lindo.

En realidad, tenías planeado que salieran a pasear ese día. Talvez irían en su auto, pero el punto es que irían. Cómo sabías que Yuta estaba acostumbrado a cosas de marcas y lugares caros por lo mucho que ganaba, querías que fueran con esa comodidad. Sabías que el chico era muy amable y humilde, pero de todos modos tenías en mente aquella idea.
No ganabas lo mismo que el aún, por lo que si tenías que ahorrar con anticipación.

Te costaba, no era de que comprarás muchas cosas, pero cuando tenías decidido ahorrar era cuando todo te daban ganas de tener. Un infierno total.

-. Bonita-. Te llamo Yuta en un susurro, pero no abría los ojos.

꧁༒¿𝘗𝘳𝘦𝘰𝘤𝘶𝘱𝘢𝘤𝘪ó𝘯?༒꧂ Yuta Okkotsu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora