En un tiempo

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La ausencia de Yuuta se hizo demaciado notoria en tus días, sus leves coqueteos, sus abrazos, sus risas, sus besos y sus caricias era algo que recordabas cada que respirabas profundamente en tu día a día.

Mensajes, llamadas, videos y fotos no era lo mismo en definitiva. Querías poder viajar en ese mismo instante e ir a abrazarlo para nunca jamás soltarlo. Yuuta era el que le daba calor a tu corazón, el que lo cubría en una suave manta de amor, cariño, ternura y calidez.

Aburrida en la cama con los brazos extendidos a cada lado mientras tu rostro estaba hundido en la almohada, escuchabas como tendrías que resolver los problemas matemáticos de tu tarea en la llamada que estabas teniendo en ese momento con Yuuta.

-. Y por último solo divides y el resultado lo pones en la gráfica-. Termina de explicar tu novio, pero al no escuchar respuesta de tu parte suelta un suspiro resignado. -. Bonita, ¿Estás escribiendo el cómo te estoy diciendo el proceso?

No, por supuesto que no, nisiquera abriste el estuche para sacar el lápiz. Era una excusa para poder hablar desde más temprano con Yuuta, a pesar de que si necesitabas ayuda en aquella materia.

-. ¿Esto llevaba gráfica?-. Murmuras, tu voz se escucha apagada y eso no pasa desapercibido por Yuuta. Pero el no pregunta nada, porque sabe a qué se debe.

Ya habían hablado de eso en aquellos dos meses que pasaron, cada que te daba alguna inseguridad o crisis por estar en tus terribles días de menstruación. Sentías como comenzabas a sentirte sofocada y la irritación junto la frustración de no saber que está haciendo exactamente, o si te está mintiendo o encuentra a alguien más allá, se hacía demaciado fuerte eso que golpeaba a tu corazón aunque solo fuera causa de tu imaginación.

-. Bonita, no quiero que bajes de calificaciones, ¿Si?

Yuuta usaba un tono de consuelo al hablar contigo, intentaba que su voz se mostrara complaciente para tus oídos haciéndolos creer que estaba a un lado tuyo, acariciando los cabellos oscuros que tanto le encantaban al estar siempre alborotados a causa de el.

Te hacía falta demaciado, ya no tenias a quien molestar y no era lo mismo en cada hora de la comida sin tener a alguien que te regañara por ya no querer comer.
No podías dormir bien, no podías elegir un buen conjunto y los entrenamientos comenzaban a tornarse más pesados por la falta de energía al no descansar a como era debido.

Habías creado una dependencia hacia el, pero tú no sabías eso, creías que solo era causa de ser estudiante.

-. Yuuta-. Lo llamaste, esperando su respuesta y al recibir un "ujum?" Seguiste hablando. -. ¿Podría ir yo a visitarte?

Un pequeño silencio volvió a hacer presencia en el dormitorio dejando que los cantos de los pajarillos pudieran ser escuchados a duras penas.

-. Suyen, sabes q-

-. ¿Y bonita?, ¿Dónde quedó bonita?, ¿Ya no soy tu bonita?, ¿Ahora alguien más es tu bonita?

Un respingo un tanto frustrado se escuchó al otro lado de la llamada, mientras tú solo te hundes un poco más es la oscuridad de la almohada al estar boca abajo.

-. Bonita, no puedes venir a verme, no paso mucho tiempo en estos dormitorios-. Intenta no decir más, prácticamente sentía que lo estaban explotando pero no quería preocuparte con eso, no era necesario.

Si tan solo te dijera que tenía 8 horas para dormir y 4 de ellas las usaba para hablar contigo sabía que te comenzaras a culpar de tan solo saber eso, no quería tener más mortificaciones por ahora.

꧁༒¿𝘗𝘳𝘦𝘰𝘤𝘶𝘱𝘢𝘤𝘪ó𝘯?༒꧂ Yuta Okkotsu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora