1. Noticia

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Me pierdo completamente en la ciudad ya que no soy de aquí, de Buenos Aires.

Un taxi me recoge y le dictó la dirección de la casa dónde me estoy quedando.

Dejo salir un suspiro...

Había venido a Argentina por una oferta de trabajo, pero ahora dudaba mucho si me habían aceptado.

Ese: "Nosotros la llamamos", no es una frase muy linda de escuchar cuando estás acostumbrada al desempleo, pero bueno, así es la vida, lo había intentado.

La llegada a la casa fue rápida, así que le pagué al taxista y entre al edificio.

Varias personas pasaban a mi alrededor con mascarillas.

Hace poco, se había descubierto un virus que se iba propagando por todo el mundo, aún no se escuchaba nada en Argentina, ni en México por lo que sabía, pero ya había personas que tomaban sus prevenciones.

Subí al ascensor y marqué el piso al que iba a ir, agarre mi celular y le escribí a mi mamá que ya había salido de la entrevista y que no me había ido muy bien.

Las puertas se abren y salgo del ascensor, me dirijo a la puerta más cerca y saco las llaves, para luego abrir la puerta.

Todo se queda en silencio.

—Perdón — me disculpo.

Varios de los chicos que están ahí solo rien al verme.

—Tranquila, ellos ya se iban — menciono el dueño de la casa.

Y era cierto, todos estaban en la puerta cuando yo la abrí.

Me despido de ellos a la distancia y entro a la casa mientras el chico los despide.

Me quito la chaqueta y la acomodo con cuidado en el mueble para no incomodar en casa ajena.

—¿Cómo te fue? — pregunta el argentino.

—Me ha ido mejor — contesto y él ríe.

Germán es el hijo de una amiga de mi madre, ellas eran amigas desde la Universidad y se querían mucho, pero ambas vivían en países diferentes, así que se me presento esta oferta, tenía que venir y no sabía dónde quedarme y la mujer me ofreció quedarme en el departamento de su hijo, ya que ellos eran de otra ciudad lejana.

Al comienzo fue raro, pero Germán es un buen chico, siempre intenta hacerme conversa aunque yo no sea tanto de eso.

—Prepare milanesa, es algo que debes comer si o si aquí en Argentina — musitó y sonrio.

—Gracias, Germán, eres un lindo.

Él me sonríe y se aleja para ir a la cocina.

En el mismo mueble donde deje mi chaqueta, dejo mi bolso, pero me llevo mi celular.

Voy a la cocina y veo a Germán acomodando la comida.

—Yo puedo hacerlo — aclaró.

El chico de rulos me mira y niega.

—Yo soy el anfitrión aquí, cuando vaya a México vos tenes que atenderme — río ante sus palabras.

Estoy por ir a la mesa cuando mi teléfono y el del chico suenas al instante.

Ambos nos miramos con curiosidad y revisamos.

Muchas notificaciones y mensajes.

Han declarado estado de excepción porque se han presentado muchos casos con los sintomas del virus de Covid en Argentina y al parecer ya está pasando mundialmente.

Germán y yo nos miramos.

—¿Viste...

Él me interrumpe.

—Confinamiento en todo el país — asiento ante sus palabras — ¿Qué vas a hacer? — me pregunta.

—No lo sé, mi vuelo sale mañana voy a ver si me lo pueden adelantar hoy — comento.

Me alejó de la cocina y empiezo a llamar.











[...]












—¿Todo bien? — escucho detrás de mi.

Me volteo y niego guardando mi celular.

—Cancelaron todos los vuelos, dicen que me llamarán cuando empiezen haya uno disponible después de todo esto.

Ambos nos miramos...

—Buscare un hotel dónde quedarme — digo viendo mi celular.

Busco el más cercano y me sale que está cerrado, intento con otro y nada, todo estaba cerrado.

—No hay ninguno — musitó viendo al argentino.

—Tranquila, Anny, podes quedarte aquí, no tengo ningún problema, habla con tu mamá y dile, yo haré lo mismo — él se da vuelta y sube las escaleras.

Me quedo sola...

Una pandemia en otro país con alguien desconocido.

Estaba nerviosa, esto daba miedo.

Ojalá todo esté tranquilo los siguientes días o semanas y Dios no quiera que sean meses los que me quedé aquí.

Esto será como tener un roomie, no será tan malo, ¿Cierto?

CONTIGO O SIN TI || Uni - German UsingerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora