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Capítulo 6 - Tu compañía

La atmósfera en el salón era densa, cargada de incomodidad. Todos se sentían asqueados por lo que estaban presenciando.

No tanto por la escena en sí, sino por quiénes la protagonizaban.

Sasuke estaba en su asiento, mientras que Sakura e Ino se habían acomodado estratégicamente a su alrededor, formando un ridículo triángulo amoroso.

El hedor de las dos omegas impregnaba el aire. Era dulce. Exageradamente dulce.

Y a todos les resultaba repulsivo. Naruto, por su parte, mantuvo su vista fija en el pizarrón como si fuera lo más interesante del mundo. Si no, se refugiaba en su teléfono.

Escuchaba música. Veía videos. Cualquier cosa para ignorar las risas forzadas que, claramente, estaban dirigidas a él.

—¿Seguro que estás bien?

Lee y Shikamaru se habían acercado a su escritorio. No eran sus amigos más cercanos, pero había confianza entre ellos. Y estaban preocupados. Sabían cuánto había significado Sasuke para él.

Y ver aquella escena —tan descarada, tan cruel— los indignaba.

Era obvio que lo hacían a propósito. Era obvio que querían destrozarlo. Naruto tragó en seco. No lo lograrán.

—Sí, estoy bien.—Su voz sonó firme, aunque no los miró. Mentía. Pero ya había decidido seguir adelante. Seguir adelante aunque doliera.

—Menos mal que ahora eres solo de nosotras.

La voz chillona de Ino retumbó en sus oídos. Naruto no se giró a verla.

—Me alegra que dejaras de perder el tiempo con ese imbécil.—Acto seguido, Sakura besó a Sasuke en los labios. Fue un beso largo. Provocador. A propósito.

El silencio que se creó después fue tan incómodo que podía sentirse en la piel. Hasta que Shikamaru suspiró y habló.

—Cállate, maldita estúpida. —El tono perezoso con el que siempre hablaba desapareció por completo. —Todos sabemos que Sasuke está contigo por puro despecho. Para él, siempre serás basura. Algo que usará y luego tirará.

Naruto alzó la mirada sorprendido. No fue el único.

Sakura frunció el ceño con furia. Pero antes de que pudiera responder, Lee la remató.

—Eso es cierto, Sakura —soltó con una sonrisa burlona—. Siempre te despreció. Hasta llegó a decirte que le dabas asco. Rió.

—¿Cómo puedes estar feliz o intentar presumir que estás con él? ¿Tanta es tu necesidad de atención?

—Me daría vergüenza ser tú o siquiera estar en tu posición. —Tenten se sumó a la conversación sin dudarlo.

Naruto permaneció en silencio. Los escuchó discutir, humillar a Sakura, reducirla a la nada.No hizo ningún gesto, pero por dentro... lo agradeció. Porque, aunque no lo dijera en voz alta, sabía que lo apreciaban. Y, sobre todo, respetaban su dolor.

Nadie se acercó a burlarse.

Nadie mencionó el hecho de que era alfa.

Nadie lo trató diferente.

Y eso, en medio de todo el desastre, se sintió bien. Pero la campana sonó. El rubio se levantó de su asiento, ignoró los comentarios o murmullos que el trío de idiotas le lanzaba.

Tomó su bolsa y salió del aula. Se detuvo frente al salón de enfrente y esperó.

Nada.

Kakashi no salía. Su lobo estaba inquieto, nervioso. mRespiró hondo, tratando de calmarse. Pero al ver que su profesor no aparecía, decidió acercarse a la puerta, donde un grupo de estudiantes reía despreocupadamente.