Capitulo 13

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Me dieron dos días sin entrenamiento con Ryan, que fueron reemplazadas por sesiones con el doctor Baxter. En las noches estaba muy cansada y el soldado iba a verme. Hablábamos un poco y luego dormía contra su pecho o sobre sus piernas. Últimamente no tenía tantas heridas y cuando volvía de las misiones lo esperaba en la enfermería con unos cuantos doctores que me ayudaban a revisar que estuviera bien de salud. Al parecer ellos eran los únicos que tenían respeto hacía mí. Se dirigían hacía mi formalmente y yo así les respondía.

Cuando quedaba a solas con el soldado terminando de curarlo nos mirábamos sin decir nada más, no teníamos la certeza de que nadie nos estuviera viendo así que acordamos hablar solo en mi celda.

—Lyra... — llamó una tarde, llegando de sorpresa.

—¿Sí?

—¿Cuántos idiomas sabes? —preguntó.

—Diez, ¿por qué? —respondí sonriendo con curiosidad

—Habla... por favor.

—We liepen zonder ons te zoeken... (Andábamos sin buscarnos...)

—...maar wisten dat we elkaar zouden ontmoeten (...pero sabiendo que andábamos para encontrarnos) — completó él en neerlandés, al igual que yo

Casi pude visualizar la mirada soñadora que le dirigía. Rayuela era uno de mis libros favoritos, a pesar de no ser tan popular ahora entre personas de mi edad me gustaba mucho. Tenía una clase de rmance tórrido, aventurero, lleno de rechazos, necesidad, pero su belleza destacaba dentro del caos. Sin mencionar su peculiar forma de lectura, en forma aparentemente desordenada, aunque una vez comprendida la trama era mucho má fácil seguirle el hilo. Ni en el más remoto rincón de mi mente se me habría ocurrido que ese tipo de lectura le atrajera.

¿Sabía leer?

Estaba a punto de preguntarle si había leido el libro, cuando Pierce irrumpió en la habitación.

—Señorita Stark

Viejo pecueco. Cortas la magia.

—Espero que ya halla practicado como se le ordenó.

—Sí, señor —asentí alejándome del soldado y mirando al secretario

—Bien —tenía una sonrisa maliciosa en los labios, no significaba nada bueno— Necesito que ambos me acompañen. Tenga. —me arrojó otro traje— la espero abajo en 5 minutos —y con eso salió seguido por la cara de confusión de Barnes.

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Pirce llegó escoltado por Barnes a un cuarto bien iluminado, y en medio de la informalidad del metal y el concreto gris de las paredes, resaltaba un trío de hombres de trajes costosos, miembros del Comité.

—Señor Murray, señor Barrick y.... ¡señor Boyd! —su falso entusiasmo hacía parte del puesto— Que placer tenerlos aquí

—Secretario Pierce — habló el mayor de los hombres con el ceño fruncido — Venimos aquí para discutir un tema de vital importancia — Barrick era un hombre de aproximadamente 47 años, con una prominente barriga y barba perfectamente cortada

— Dígame, ¿en qué puedo ayudarlo? 

Los escoltas tras los hombres no parecían siquiera inmutarlo. Sobraba decir que en cuestión de segundos Barnes podría hacerlos trizas.

— El arma — comenzó Boyd, un hombre bastante más joven que Barrick, sin barriga y con una mirada intimidadora— ¡No nos ha sido proporcionado ninguna información! —alegó.

—¿Me acusan de algo? —el semblante de su voz expresó estar ofendido.

— Lo que mi hijo quiere decir, es que nos preocupa el estado del arma —corrigió con más calma el hombre que aparentemente era Murray.

OUT OF PLANS || Winter Soldier - Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora