Apoyé las manos en el suelo para levantarme. La cabeza me daba vueltas y la luz natural parecía torturar mis ojos, penetrandolos hasta el fondo. Era similar al primer rayo de la mañana que se cuela entre las cortinas después de una oscura noche de sueño.
A mi alrededor desaparecían personas, sus cuerpos convertido en una especie de ceniza se los llevó el viento mientras intentaba poner orden a mi atrofiado cerebro.
Thanos. Gemas desprotegidas. Papá. Chasquido.
—¡Pa!
Me acerqué a la pila de escombros en donde estaba recostado; El brazo derecho incinerado, y las quemaduras le subían hasta una parte del rostro, donde sus respiraciones pesadas y cansadas se me clavaron una daga en el pecho.
—Lyra... —Su voz, más aspera de lo normal, le daba una apariencia mayor.
Lo examiné de pies a cabeza. No tenía signo de algun otro trauma odolor además del de las quemaduras, cosa que ya era bastante para él. Al ponerle la mano en el pecho y notar lo lento que le paltpitaba el corazón deseé poder regalarle los mios, que tomara todos los que necesitara. En ese momento, mi arritmia estaba tan descontrolada que podíamos vivir los dos a base de mis latidos.
—Descuida, ya estoy aquí, te llevaré a un hospital.
La enfermería del Complejo yacía bajo varios kilos de concreto, varillas y muebles, demasiados como para bajar y escudriñar entre todos para conseguir algo de útilidad. El hospital más cercano quedaba a unas horas en auto, pero lo último que quería era tentar a la suerte moviendo a papá y empeorar las cosas. Su estado ahora podía ser grave y un movimiento en falso lo iba a rruinar todo en tiempo record.
Pum. Pum. Pum.
A cada segundo que pasaba, mis látidos eran cada vez más erráticos y volentos. Uno tras otro, palpitando en mis oídos sin cesar.
El traje tenía reservas de adrenalina de emergencia en la parte inferior del cuello, cerca a la yugular para máxima eficacia en su inyección, pero se veía tan deteriorado que el sistema pudo verse afectado. La descarga electrica le averió los sistemas seguro, y no...
—Eres fuerte... —Al poner su mano sobre la mía, detuve mis movimientos desesperados a su espalda— ¿Qué cuesta despedirse?
—¿De qué hablas? —fruncí el ceño— No, vamos a llevarte a un hospital.
Si lograba localizar las ampoyas podía aplicarselas yo misma. Solo necesitaba un catéter y algo con lo que sostenerlo para que siguiera surtiendo efecto, pero ¿donde había uno?
—Signos vitales graves —indicó F.R.I.D.A.Y.
—Lo lograrás, yo sé que si —Pero una vez más, se mostró reacio a moverse.
¿Qué hacía? Todavía estaba a tiempo de inducirle un mini shock con alguna droga y salvarlo, ¿por qué no se movia?
—Lyra... —Su sonrisa dulce y tierna me confundió aun más.
Se suponía que estaba sufriedo, cuando se sufre no se sonríe y él lo hacía. Lo hacía como cada vez que sugería algo de forma secreta. Era otro de sus gestos tercos, esos que siempre me sacaban de quicio.
—No... —Ya sabía lo que quería, pero no iba a permitirselo. Los ojos comencieron a escocerme— No, no, no. Yo sé que puedes.
¡Un poco de sangre, un desfibrilador, epinefrina, vasopresina, hidrocortisona, analgesicos, yo qué sé, cual quier cosa, pero ALGO!
—No, tú no... no me dejes... no tú.
Si había conseguido por algun milagro controlarme, en cuanto volvió a negar moverse y una idea catastrofica, pero no tan irreal se me coló por medio de toda la neblina mental y el inicio de un ataque hasta hacerme derramar un liquido por las mejillas sin un ápice de control.
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OUT OF PLANS || Winter Soldier - Bucky Barnes
RomantizmEl Soldado del Invierno fue enviado a una misión que lo deja malherido por una herida de bala. En el afán de conseguir asesoramiento médico llega al jardín de la casa del millonario Tony Stark en donde queda inconsciente por la falta de sangre. Pa...