OUT OF PLANS || Winter Soldier - Bucky Barnes

Capitulo 33

Al voltear alzó la mirada para ver que Bucky le dirigía una mirada de muerte.

- ¿Qué? - preguntó ella con indiferencia

- ¿Quién demonios era ese tipo? - le susurraba la voz interna en su cabeza

¿Ella ya tenía a alguien más? ¿Quién era el sujeto? ¿Sería competente? ¡¿Por qué ese sujeto y no él?! ¿Qué podría ofrecerle él que él no pudiese? Por un lado, su cerebro le insinuaba, le pedía, le imploraba a gritos que la interrogara al respecto de la manera más toxica posible. Tal como el Soldado del Invierno lo hubiese hecho. Pero otra parte, le suplicaba que mantuviese la calma, habría otro momento para preguntárselo. Aunque en su interior, más profundo que esas dos voces, había una tercera; la de la lógica. Y le decía que seguramente ella no quisiera hacerlo, que ya había rehecho su vida y él era un cero a la izquierda. Como si las largas noche en H.Y.D.R.A, la pelea en Siberia y las una y mil madrugadas que había pasado junto a ella, significaran... nada.

- Nada – se limitó a decir mientras se acomodaba sobre la carga

- Es que pareciera que quisieras que esa caja fuese mi cuello – y al mirar hacía su brazo de vibranio, descubrió que, de la frustración, la ira o los celos, había perforado la caja de madera

- No es nada - reiteró bajando del contenedor – Debemos rescatar el escudo y hacer esto nosotros

- ¿Y qué? - le preguntó Sam - ¿Quieres que lo golpeemos y le robemos el escudo? - volvió a incorporarse mientras la chica se recostaba en su mismo costado del avión - ¿Recuerdas la vez que lo robamos?

- Tal vez - ironizó

- Te recuerdo si lo olvidaste; Sharon fue nombrada enemiga del estado y Steve y yo fuimos fugitivos dos años. De no ser por su padre Lyra estaría en prisión – ambos se miraron unos segundos antes de que apartaran la vista de nuevo – No sé qué pienses tú, pero yo no quiero pasar el resto de mis días en la vida loca – algo era seguro, no se iban a dejar atrapar en caso de robar el escudo – Unos super soldados barrieron el suelo con nosotros y fue para nada

- No es totalmente cierto - bajó de la caja de cargamento sentándose al lado de Sam entre él y Lyra – Hay un hombre al que deben ver

Bucky hizo que el avión diera media vuelta hacia una ciudad pequeña llamada: Baltimore en Maryland. Los dirigió hacia la parte más baja de uno de los barrios. Las casas eran antiguas, con rejas de alambre cubriendo las zonas públicas como parques y canchas. Los niños jugaban por las calles de lo solitarias que eran mientras otros montaban en sus bicicletas en contra vía.

- ¡Es Falcon negro! - dijo uno de ellos - ¿Cómo estas?

- Solo soy Falcon niño - lo corrigió Sam

- No – dijo convencido – mi papá me dijo que es Falcon negro

- ¿Y eso es porque soy negro y soy Falcon? - preguntó deteniéndose. Al notarlo Lyra jaló de la chaqueta a Barnes

- Pues si tú lo dices supongo que si - respondió el pequeño

- ¿Y qué? ¿Tú eres... el niño negro? - El chico volteó los ojos mientras que su hermano se burlaba – Le gané ¿Verdad? - preguntó riendo

Lyra sonrío con ternura mientras veía como Sam volvía junto a ellos para seguir caminando por el barrio. Bucky subió por unas pequeñas escaleras que daban hacía la puerta de una casa y golpeó en ella haciendo un ruido metálico.

- Venimos a ver a Isaiah – dijo él cuando un muchacho adolescente abrió la puerta

- Aquí no vive ningún Isaiah