Capítulo XI

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¿Cuanto tiempo había pasado ya?

El frío invierno había llegado, trayendo consigo un viento gélido que cortaba como cuchillos al atravesar las calles de la ciudad. Jungkook caminaba con la cabeza gacha, sintiendo cómo el aire helado le golpeaba las mejillas, provocando un ligero ardor en su piel.

Al llegar a casa se encontró con su madre y su novia hablando animadanente en el sofá.

— Kookie-ah, ¿Cómo te fue hoy? - preguntó Umji con entusiasmo.

— Bien.- respondió Jungkook.

Jungkook apenas pudo ocultar su desánimo mientras respondía a Umji.

Observó a su madre y a Umji hablar animadamente en el sofá, sintiéndose ajeno a la alegría que parecían compartir.

Por un momento, se permitió imaginar cómo sería su vida si Taehyung estuviera ahí con él, riendo y compartiendo momentos como solían hacerlo. Pero esa fantasía se desvaneció rápidamente, dejándolo con la dolorosa realidad de su ausencia.

Con un suspiro resignado, Jungkook se retiró a su habitación, deseando estar en cualquier otro lugar que no fuera allí.

— Deberías al menos fingir estar feliz de verme, me haces lucir patética.- Jungkook volteó a ver a la chica parada en el marco de la puerta.

— ¿Por qué no me dijiste que vendrías? - preguntó Jungkook.

Umji se quedó en silencio por un momento, mirando a Jungkook con una expresión entre tristeza y  frustración.

— ¿Por cuanto tiempo más vas a estar así? Deberías superarlo, estoy segura de que él ya te olvidó.- dijo Umji con notoria molestia.

Las palabras de Umji golpearon a Jungkook como un puñetazo en el estómago, dejándolo momentáneamente sin aliento.

— Cállate.- susurró Jungkook.— Incluso si muero no dejare de amar a Taehyung.

El susurro de Jungkook resonó en la habitación, cargado de dolor y determinación.

Sus palabras fueron como un grito ahogado por la angustia que sentía en su pecho.

— Bien, entonces muere solo y no me arrastres a esta mierda.- Umji lo miró con frialdad, sin mostrar signos de arrepentimiento por sus palabras.

— No te tengo atada, si estas aquí es porque así lo quieres.- respondió Jungkook.

— Tal vez sea porque te amo, Jungkook.- dijo Umji.

Jungkook la observó partir, sintiéndose más solo que nunca. Sabía que Umji estaba herida y frustrada, pero también sabía que no podía obligarse a sí mismo a sentir algo que no sentía.

Ambos son conscientes que aunque desearan separarse simplemente no podrían hacerlo.

Jungkook se metió a la ducha para despejar un poco sus pensamientos, cerró los ojos y dejó que la sensación refrescante lo envolviera, esperando encontrar un poco de alivio en medio del caos emocional que lo consumía.

Luego de unos minutos salió del baño un poco más relajado.

Aunque su mente seguía siendo un desastre, lo único que quería hacer era descansar.

En la soledad de su habitación, Jungkook se encontraba solo con sus pensamientos, dejando que los recuerdos fluyeran libremente a través de su mente.

Nevertheless 《Taekook》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora