Nevertheless 《Taekook》

Capítulo XXI

Dos meses después...

¿Vante? ¿Quien era vante? Todo era una farsa y Taehyung estaba consciente de aquello...

Cada mañana, miraba al espejo y ya ni siquiera podía reconocer su propio reflejo.

Las ojeras, apenas cubiertas con maquillaje, delataban su dura realidad: dos jodidos meses sin poder descansar.

Los aplausos y los flashes de las cámaras se sentían cada vez más vacíos.

Los días se mezclaban con las noches, en un ciclo interminable de ansiedad. ¿Cuando empezó a fallar todo?

— Vante, ¿Se encuentra bien? - preguntó la chica.— Tal vez preguntamos algo que no debíamos.

— ¿Qué? Para nada.- respondió  entre risas.— ¿Cuál era la pregunta?

La periodista sonrió con tranquilidad.

— ¿Como fue su primer amor? - volvió a preguntar la chica.

— ¿Mi primer amor? Creo que fue algo confuso al principio, digo... fueron sentimientos nuevos para mí, también fue algo complicado, ¿saben? - respondió con una pequeña sonrisa.

— Ouh... Creo que todos pasamos por esos momentos.- agregó la  chica.— ¿Tienes algo que decirle a ese primer amor?

— En realidad sí, quiero decirle que por más que he intentado no he podido olvidarte.- respondió Taehyung entre pequeñas risas.— Solo bromeó.- agregó.

— Bueno, bien dicen que entre broma y broma la verdad se asoma.- bromeó la chica.

Taehyung simplemente rió ante el comentario.

Aunque en su interior sabía que era cierto; por más que a intentado olvidar a Jungkook, siempre fallaba en el intento.

La entrevista llegó al final, se sentía extrañamente agotado y solo quería llegar a casa a descansar.

Apenas pudo despedirse educadamente antes de dirigirse a la salida, sintiendo  como volvía a su realidad de golpe.

En el trayecto de vuelta, los pensamientos lo acosaban. ¿Cuándo había comenzado a perderse en este laberinto de dudas y miedos? ¿Cómo había permitido que la máscara de Vante se convirtiera en su propia prisión?

Finalmente llegó a casa. Cerró la puerta detrás de sí y, por primera vez en mucho tiempo, permitió que el silencio lo envolviera. Se dejó caer en el sofá, el cuerpo y la mente exhaustos. Las luces tenues de la sala apenas podían aliviar la oscuridad que sentía dentro.

Soltó un largo suspiro, tratando de despejar su mente.

Miró su teléfono, el cual había estado vibrando con mensajes y notificaciones durante todo el día. Entre ellos, destacaba un mensaje de Daniel, una simple pregunta que parecía cargar con todo el peso del mundo:

"¿Estás bien?"

¿Lo estaba? Ni si quiera él estaba seguro de aquello.

"Sí, estoy bien"

Respondió y dejó el celular a un lado. Estos dos meses han sido una mierda completa.

Primero su ruptura con Krystian; no podía seguir con él, sabiendo que su corazón estaba en otro lado.