Hoseok corría por las mojadas calles de Seúl, importándole poco las personas con las que chocaba en el proceso.
Necesitaba contarle a Jungkook lo sucedido.
Su respiración era rápida y entrecortada, sus piernas ardían con el esfuerzo, pero no podía detenerse.
Al doblar una esquina, vio la silueta familiar de Jungkook esperándolo bajo la marquesina de un viejo edificio. Hoseok levantó la mano, tratando de llamar su atención entre la multitud. Jungkook lo vio y frunció el ceño, preocupado.
—Hoseok, ¿qué pasa? —preguntó Jungkook, notando el nerviosismo en su amigo.
Hoseok se detuvo frente a él, intentando recuperar el aliento antes de hablar.
— Conseguí boletos para el desfile de Kim Vante este fin de semana, sé que es tu diseñador favorito...- Jungkook miró a su amigo. — Siempre te veo buscando información de él en Internet y revistas, por eso me tomé la libertad de comprarte un boleto.
El rostro inexpresivo de Jungkook asustó un poco al castaño. ¿Había hecho algo mal?
Después de un momento de silencio, Jungkook sonrió ampliamente, sus ojos brillando con falsa emoción.
— ¡Es increíble! Gracias.- respondió finalmente Jungkook.
Hoseok suspiró con alivio.
— De nada, Jungkook-ah.- el castaño sacó aquel papel del bolsillo trasero de su pantalón para dárselo a su amigo.— Espero disfrutes mucho el desfile.
Jungkook lo recibió con sus manos temblorosas. ¿Volver a ver a Taehyung después de tanto tiempo?
No, no estaba en sus planes.
Aunque por otro lado, su corazón anhelaba más que nunca verlo. Lo extrañaba y de que manera.
— Sí, seguro lo disfrutaré.— dijo Jungkook, su voz quebrándose ligeramente.
Hoseok, sin notar la agitación de Jungkook, sonrió ampliamente y le dio una palmada en la espalda.
— Será increíble.— respondió hoseok.— Bueno tengo que irme, quede con Beomgyu para ver una película, hablamos luego, ¿vale?
Jungkook asintió, observando cómo su amigo se alejaba antes de mirar nuevamente el boleto en sus manos.
¿Que se supone que debía hacer? Ya no era un joven de 20 años, ni mucho menos un puberto, así que debería pensarlo bien.
El reencuentro con Taehyung podría abrir viejas heridas, pero también podría ser una oportunidad para sanar y cerrar un capítulo de su vida.
— Fin de semana... ¿Que día es hoy? — susurró.
Viernes, ¿vería mañana a Taehyung?
Jungkook soltó un suspiro, esperando no arrepentirse como siempre.
Guardo el boleto en la funda de su celular, para empezar a caminar a su departamento.
Las horas parecían volar, en un abrir y cerrar de ojos se hicieron las 7 de la mañana.
El desfile no empezaba hasta las 4, ¿que debía hacer en esas nueve horas de espera?
Decidió ocuparse para mantener su mente alejada de la ansiedad. Preparó un desayuno ligero y se sentó a revisar algunos correos del trabajo, intentando concentrarse en tareas rutinarias. Después, fue al gimnasio, con la esperanza de que el ejercicio lo ayudara a despejarse.
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Nevertheless 《Taekook》
FanficTaehyung se encontraba atrapado en un torbellino de emociones, pues su corazón latía con fuerza por Jungkook, su amigo desde la infancia. Aunque sus sentimientos eran intensos, el miedo a enfrentar la realidad de amar a otro hombre lo mantenía en si...