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-wilbur, pensé que ibas a desaparecer otra semana.- Alex sostenía una taza de té en sus manos ya curadas.
-despues de todo esta es mi casa tal vez venga más seguido- se cruzó de brazos, miro seriamente a su pareja que soltó una risa.
-haz lo que quieras, solo no entre al baño del cuarto, hubo una "fuga" y se tiene que arreglar; yo me encargo.- y se fue.
Wilbur se quedó solo en la sala, Alex se dirigió a dormir, y no tardó en caer al llegar a su cama. A las horas Wilbur se acostó también, se quedó mirando a Quackity detalladamente unos segundos. Su cabello estaba más corto y sus manos vendadas, sus ojos estaban levemente hinchados. Pero aún así seguía conservando su belleza.
La mañana llego y claramente trajo un nuevo día.
Alex se levantó con dirección al baño. El espejo aún seguía roto, lleno la tina y se surmegio en ella. El agua lograba calmar su ansiedad al tener que estar cerca de Wilbur; aquella sensación que llegó a amar, estaba empezando a odiarla.
La mañana paso con normalidad, Wilbur por fin convivio padre e hija con tallulah la cual estaba feliz de que estén todos juntos.
Tallulah le contaba con emoción toda su rutina que ella tenía junto a su madre.
Wilbur nunca pensó que Alex fuera tan pegado a ella. Ahora pensaba que fácilmente tallulah no lo necesitaba en su vida. Su madre la trataba super bien, era cuidada como se debía ¿Que más debía pedir? ¿Amor? Ella ya tiene el amor más grande que es el de su joven madre.
El timbre sonó, y se abrió la puerta; después de casi 7 años Tommy había hecho su aparición.
-Oh, tommy es un gusto tenerte aquí, pasa- le recibió con una dulce sonrisa.
-mamá ¿Quien es el?- la pequeña estaba curiosa por saber quién era aquel rubio que había entrado a su casa.
-¡Soy tu tío pequeña!
Tommy sin rodeos, se acercó a su hermano indicándole para hablar. Los minutos pasaron y Tommy se fue enojado de la casa, sin ninguna despedida hacia Quackity o tallulah.
La noche cayó pintando el cielo de un azul oscuro lleno de estrellas, Wilbur estaba algo decaído y Alex no paso eso desapercibido.
Se acercó a él y con su suave voz le pregunto.
-¿Sucede algo Wilbur?- acarició su espalda, tendrán ellos sus diferencias como esposos, pero Alex siempre se mostró alguien que estaría para Wilbur apesar de todo.
-Mi madre...acaba de fallecer- las lágrimas se escapaban de su ojos, no quería que Quackity lo viera de esa manera; se sentía tan vulnerable.
-¿y por que no vas a visitar a tu familia?- Wilbur lo observó, le regaló una sonrisa por esa idea. Quackity sonrió ligeramente, Sus ojos aún seguían sin vida pero con esa dulce sonrisa.
La idea era que Wilbur vaya y visite a sus familiares, pero tallulah insistía tanto en ir; al principio lo dudo pero a los días dejo venir a tallulah junto con Alex, no hace daño visitar a tu familia ¿Verdad?
La semana se paso rápido, al igual que el viaje hacia la casa de su padre. Fueron recibidos por el hermano mayor de Wilbur, Dave. Aquel joven de aquellos tiempos ya no era el mismo de antes, su cabello castaño junto a unos mechones de color rosado era su nuevo estilo.
También se encontraba Tom, tallulah sonrió al ver de nuevo a aquel rubio de esa vez en su casa.
-¡Tio! Ese día te fuiste sin despedirte- tom se agachó a la altura de tallulah, aquella le dio un abrazo.
Tommy miro a Quackity, luego a Wilbur seriamente.
-tuve una emergencia, pequeña, pero esta vez te quedas conmigo- la cargo y se la llevó al interior de la casa.
-Donde está nuestro padre- pregunto Wilbur, Dave le comento que su padre se encontraba algo deprimido así que se encerró en su pieza.
Alex estaba cabizbajo jugando con sus dedos, él sabía que no pertenece a aquella familia; el de hebras oscuras solo vino a cuidar a su menor hija.
-A los años, Alex.- Capto su atención, Dave nunca fue muy cercano a el, las pocas veces que se vieron fueron algunas palabras intercambiadas.
El de mechas rosadas noto el ambiente incómodo, vio el anillo de Alex en su mano a diferencia de Wilbur que no tenía ningún anillo ¿Habrá pasado algo? Pensó.
Wilbur se dedicó a saludar a su padre mientras Alex se encerró en la habitación que les habían otorgado a la pareja, a diferencia de tallulah que se le dio una habitación para ella sola.
-Alex...- una voz se escuchó del otro lado de la puerta, nuevamente volvió a escucharla.
Un "pase" obtuvo como respuesta, Tommy se hizo presente al escuchar aquello.
-¿Sucede algo, Tommy?- se sentó en el borde de la cama, esperando la respuesta del rubio.
Aquello que vio años atrás, ya no lo podía ocultar; desde que Wilbur se distanció de ellos no había podido contactar a Quackity, la culpa de cierto modo lo carcomia.
Tal vez ya es muy tarde para decirlo, después de todo; Alex ya lo sabía.
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