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—hoy iremos a la playa— grito el menor de los hermanos haciendo chillar a la pequeña de la casa.
Habían pasado dos días, así que decidieron tener un día de playa en familia. Talvez eso calmaba el ambiente tenso de la vivienda.
—¿A la playa?— susurro Alex, todavía estaba tratando de mejorar su forma, no quería que nadie viera su horrible cuerpo. Empezó a sobar su brazo, clavando sus uñas cerca de su codo. Estaba ansioso, no quería quedar mal ante la familia de su esposo.
El tiempo pasa rápido, y ya estaban por llegar a la playa. Mientras iba pegado a la ventana, Alex cargaba a su pequeña hija en sus piernas, al lado estaba Tommy distrayendola, Wilbur se encontraba en la ventana contraria viendo su celular sin tomarle mucha importancia a su hija o a su esposo.
Al llegar, sintió el calor del sol, la arena quemó los pies de Tommy al poner un pie; tallulah reía mientras Quackity la seguía cargando para que ella no se quemará los pies. No tardaron en acomodarse en la orilla de la playa, tallulah fue la primera en meter a la playa con Tommy, Wilbur seguía en su mundo mientras Dave y su padre hablaban tranquilamente. Quackity posó su menton en su mano, miraba a su hija jugar con su tío.
Sentía cierta tranquilidad verlos así, talvez si fuera Wilbur en vez de Tommy todo estaría mejor. Wilbur no solía estar mucho en casa y Alex había abandonado su trabajo para dedicarse 100% a Tallulah. Pero aún así ella no tenía un momento padre e hija con Wilbur.
Alex se acercó al mar, el agua lo recibió de manera helada al sentir el agua de la orilla. Cargo a tallulah, aquella estaba curiosa por lo que hacía su madre.
Tommy se sorprendió al ver lo que sucedía. Quackity extendió sus alas doradas, haciéndolas ver más grande de cierta manera; sus alas se sacudieron un poco y tomo impulso para volar.
Aquello llamo la atención de todos. Quackity se transportaba por el cielo tan ágilmente, sin estar en el piso fue a mar adentro; estando cerca del mar, tallulah extendió una mano para tocar el agua fría del mar. La menor solo sonreía al ver a su mamá así, Alex solo le sonrió de vuelta y siguió en los cielos.
—¿Como no puedes amarlo Wilbur? El es perfecto de cierta manera...— dijo Dave mirando fijamente a madre e hija en el cielo.
Wilbur guardo silencio, admiraba a Quackity desde la sombra; no lo iba a negar pero ver a Alex así de feliz le daba aquella sensación que alguna vez sintió ¿Pero donde?
Alex bajo de los cielos, todos aplaudieron al ver tal espectáculo, acto que hizo sonrojar a Quackity; no estaba acostumbrado a ser alargado de cierta manera. La tarde siguió como de costumbre, estaban en el carro de regreso a su casa. Wilbur y Quackity estaban sentados juntos mientras Tommy y tallulah dormían.
