Solo Amigas?..

Reconciliación

Seguimos en silencio. Un silencio incómodo. 

-Clawdeen, se que esta situción es difícil para vos y...

-Y vos me lo complicas- Confesé.

Draculaura miró por la ventana. Mi comentario le dolió.

 -...Perdón, no lo quise decir así...

-Ya llegamos. Chau- Me despidió de manera seca, pero yo le impedí. La agarré de la mano y nos miramos.

-Lo lamento. Esto me tiene a mal. Pero no es tu culpa, yo soy el problema. 

-Está bien... No pasa nada. Pero.. ¿Podemos volver a ser amigas? Me haces falta, te extraño.

-Si, obvio- Le sonreí y nos abrazamos, para después despedirnos dulcemente. Ambas estábamos felices por volver a ser amigas de nuevo.

Cuando Draculaura abrió la puerta del auto, yo la interrumpí.

-Drac...

-¿Que paso?- Me preguntó mirándome a los ojos.

-Siendote sincera, no creo que esto entre vos y tu hermano vaya a terminar muy bien. Tené cuidado. Cualquier cosa que necesites, acá estoy.

Draculaura pensó por unos segundos, lugo me agradeció por mi opinión y nos despedimos definitivamente.

Yo tenía razón. No pasaron ni tres días y ya habían empezado a pelear. Estaba volviendo del supermercado, cuando vi su auto y a ellos dos dentro de el. Estaban peleando. Era la tercera o cuarta pelea de la semana. Mientras yo buscaba las llaves para entrar a casa, Claw se bajó del auto y cerró la puerta de un portazo, para después entrar y volver a dar otro portazo, esta vez cerrando la puerta de casa en mi cara. 

Nos miramos con Draculaura, y ella me lanzó una mirada, dándome a entender que las cosas estaban mal. Otra vez. Una hora después, la llamé para ver como estaba.

-¡Hola Drac! ¿Como estás por lo de hoy?

-Mal. Tenías razón -Suspiró- Mañana nos vamos a ver en tu casa a la tarde. ¿Te molesta?

-No, ¿Por que me molestaría?- Hice una pausa, tratando de recordar los planes que tenía para el día siguiente- Mañana voy a ir  con Frankie al cine, mi mamá va a estar trabajando y a Howleen le toca estar con nuestro papá. Aprovechá que tenés la casa sola y tirale una silla por la cabeza.

-Gracias- Soltó una adorable risa- Creo que le voy a terminar... Otra vez... No me siento a gusto. No con él.

Luego, estuvimos hablando de otras cosas, no volvimos a tocar el tema en las siguientes dos horas.

Fui al cine  con Frankie a ver una película, y luego fuimos a boludear por los locales mientras hablábamos del colegio, ropa, entre otros temas. Luego me confesó algo:

-Estoy muy feliz por vos.

-¿Eh? ¿Por qué?- No sabía de lo que ella estaba hablando.

-Desde que te amigaste con Draculaura estás mejor de animo, hace unas semanas no hablabas nada, y ahora volviste a ser la de antes. Me alegro mucho.

Nos sonreímos mutuamente, y después de algunas horas me tomé un colectivo para volver a casa. No sabía que me iba a encontrar una horrorosa escena.

Mientras abría la puerta, me di cuenta de que el auto de Claw no estaba. Supuse, erróneamente, que fueron con Draculaura a algún lado, pero no. Al entrar, escuché unos sollozos provenientes de mi habitación, así que fui a averiguar curiosa. Y ahí, sentada en el piso envuelta con mi sabana estaba ella, llorando a más no poder.

-¡Draculaura!- Me tiré al piso con ella dispuesta a consolarla- ¿Qué pasó?

Al no tener respuesta alguna (no podía hablar debido a que estaba llorando mucho), agarré un pañuelo y le limpié las lágrimas cuidadosamente.

-Es que ...Que... -No podía hablar, estaba muy angustiada, parecía que se estaba ahogando entre lágrimas.

-Tranquila...- La abracé- Respirá hondo, y después exhala...

Ella rápidamente se calmó al estar entre mis brazos y me contó lo sucedido: Fue decidida a hablar con Claw para terminar, y cuando estaba apunto de terminarle, él la empezó a besar. Ella rechazó el beso, pero a él no le importó y la siguió besando. Draculaura le dió una cachetada para quitárselo de encima, y cuando lo logró, él le empezó a gritarle cosas horribles, hasta que después, se subió al auto y se fue.

Al terminar su relato, unas lágrimas cayeron sobre mis mejillas y nos abrazamos, yo le prometí que iba a hablar con él al respecto. También le prometí mi apoyo incondicional. 

No soporté verla así y la llevé a tomar un helado para distraerla y  hablar de otras cosas. Cuando terminamos de comer, fuimos a su casa donde ella me invitó a quedarme. Yo, encantada, acepté la propuesta.

Fuimos al living para ver algo divertido. (Vimos Crepúsculo, las caras que hacen nos dan mucha gracia)