XI - Tus sucias intenciones

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Pedri y Rodrygo, al haber sido los primeros en llegar, fueron los primeros en colocarse delante de los paparazzis para que les hicieran las fotos.

Y luego fue el turno de Gavi y Vinícius.

Caminaron hasta colocarse delante de la multitud y se acercaron más, a petición de uno de los fotógrafos.

"Luego le daré las gracias..., digo..."

Ambos se esforzaron por mostrar sus mejores sonrisas. Entre foto y foto, Gavi decidió molestar un poco al más mayor.

Se inclinó un poco hacia él, sin dejar de mirar hacia delante, y susurró:

-Estás ridículo con ese traje, solo para que lo sepas.

Vinícius no reaccionó como Gavi había esperado, pues soltó una risa ronca. También se inclinó y, más cerca de su oído de lo que Pablo había estado momentos antes del suyo, le susurró:

-Puedes decir lo que quieras si te hace sentir mejor, pero ambos sabemos que te encantaría quitármelo.

El sevillano entreabrió la boca, indignado.

-Maldito creído... -murmuró en voz baja-.

-Maldito mentiroso...

Ambos volvieron a colocarse bien, sonrieron y continuaron posando para las fotos durante un rato.

Cuando terminaron, se apartaron de la mira de los fotógrafos y los dos suspiraron, aliviados.

Apartaron la mirada, avergonzados, al darse cuenta de que habían pensado en exactamente lo mismo.

Caminaron un poco, buscando a sus dos amigos. Vini y Gavi estaban tan separados el uno del otro que no parecía que habían ido juntos.

-Acércate, idiota. Tienen que pensar que somos amigos, ¿recuerdas? -le dijo Gavi en voz baja-.

El moreno obedeció, pero no se privó de responder.

-Como te gusta esta excusa, ¿eh?

Seguían hablando en voz baja. Pablo decidió cambiar de tema drásticamente para poder burlarse de Vinícius.

-No soy yo el que tiene que recurrir a las redes sociales para verme sin camiseta. En serio, si querías verlo en persona, sólo tenías que pedirlo.

El brasileño se aclaró la garganta, ahora un poco nervioso.

"Ya te he visto. Digo..."

-Y luego el creído soy yo...

Gavi se encogió de hombros. No parecía querer abandonar ese tema de conversación, siguió molestando a Vinícius con sus bromas sarcásticas, y él disfrutaba contraatacando. Eso sí, ninguno tocó el tema de aquella noche.

Pero, ¿hasta que punto era eso sólo sarcasmo?

Se encontraron con sus dos amigos unos minutos después. Se saludaron entre todos, y Rodrygo preguntó que por qué habían tardado tanto en llegar. Gavi volvió a encogerse de hombros y le dijo que había tanta gente que les había costado encontrarlos.

La entrega de premios iba a comenzar, así que los cuatro jóvenes se sentaron en las butacas. Rodrygo en un extremo y Pedri en el otro. Gavi y Vinícius en medio, cada uno al lado de su mejor amigo.

"Genial", pensaron a la vez.

Una vez sentados, Pablo se inclinó un poco hacia la derecha para comunicarse con su amigo.

-¿Qué tal te ha ido?

Pedri enrojeció. "Buena señal."

-Me ha pedido quedar para tomar un café mañana, antes de volvernos a Barcelona.

Gavi tuvo que hacer uso de todo su autocontrol para no ponerse a aplaudir.

-¿Habrás aceptado, no?

-Sí.

El sevillano sonrió y se colocó bien en su silla. Los dos miraron hacia delante. Las luces se apagaron y todo quedó a oscuras por un momento.

Sintió una respiración cálida en su oído izquierdo, su piel se erizó y sintió cómo su estómago daba un vuelco.

No era la primera vez que le pasaba eso estando el brasileño cerca.

-Este es tu momento para tocarme, Gavira. Nadie puede verte -susurró con voz muy, muy baja en su oído, lo que no ayudó para nada con la abrumadora sensación que el más joven estaba sintiendo-.

Sin embargo, recobró la compostura y se inclinó también hacia un lado, giró la cabeza y le susurró al oído:

-Deja de reflejar tus sucias intenciones en mí, por favor.

El corazón de ambos latía con tanta fuerza que les asustaba que el otro pudiera escucharlo.

Vinícius no respondió, miró hacia delante. Gavi se acomodó en su asiento e hizo lo mismo. Justo en ese momento el escenario se iluminó.

Un hombre y una mujer de mediana edad, Gavi supuso que eran exfutbolistas, aparecieron y fueron inmediatamente recibidos por la ovación del público.

La entrega de premios dio comienzo. Los premios a el y la mejor futbolista de la temporada fueron otorgados a Leo Messi y Aitana Bonmatí.

En cuanto a la mejor futbolista joven de la temporada, Salma Paralluelo subió orgullosa al escenario para recibir su premio.

Y unos instantes después, llegó el esperado momento. La presentadora agarró el sobre que su compañero le tendió y lo abrió.

Extrajo la tarjeta que este contenía, sonrió y empezó a leer:

-El premio al mejor futbolista joven masculino de esta temporada es para...

***

Me gustaría dar las gracias a todas las personas que comentan.

En serio, hacéis que escribir sea mucho más fácil.

GRACIAS 💗✨.

Te odio - Vinícius Jr x GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora