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La conexión entre sus ojos seguía sin romperse, el ambiente cargado los hacía sentir cada vez más acalorados.
Gavi pensó muy bien su respuesta a la pregunta de Vinícius antes de formularla. Estuvo varios segundos en silencio, pensando. Mordió la parte interna de sus mejillas.
Luego, excitado y acalorado a partes iguales, habló.
-Quiero... Quiero que me folles, Vinícius.
Vini sonrió de lado con suficiencia y retiró su camiseta. Luego hizo lo mismo con la del español. Entonces se colocó también en el sofá, encima de Gavi, con las piernas a ambos lados de su cuerpo.
-No sabes las ganas que tenía de volverte a oír decir eso.
Eso lo dijo justo antes de volver a atacar sus labios.
Gavi podría jurar que un escalofrío recorrió su columna vertebral al oír aquel "volverte". Y es que no, no era la primera vez que harían eso. Y se sentía... bastante bien al respecto.
Sin separarse de la boca del contrario, Vini paseaba libremente sus manos por el torso desnudo del menor. Se detuvo en sus rosados pezones y los apretó un poco, Gavi gimió. A esas alturas, probablemente cualquier acción que el moreno realizara sobre él lo haría gemir de placer.
En un impulso, rodeó al brasileño con ambos brazos para asegurarse de que estaban lo más juntos posible. Pero sentía que necesitaba más.
Vinícius abandonó su boca y se centró en su cuerpo: besó su cuello, su clavícula... Hasta llegar a los pezones, que succionó con cuidado. Luego siguió bajando, pretendía besar todo el cuerpo de aquel español.
Se detuvo al llegar a sus caderas. Las agarró con ambas manos y levantó la mirada, en busca de la de Pablo. Cuando la encontró, tomó el dobladillo de su pantalón y preguntó:
-¿Puedo...?
-Por Dios, estás tardando demasiado.
El sudamericano sonrió y retiró, o más bien arrancó, el pantalón deportivo de Gavi de un tirón. Hizo lo mismo con el suyo, dejándolos a ambos solo en bóxers.
Luego su mano fue a parar a la entrepierna del menor, tocándola por encima de la tela y sintiéndola ya bastante húmeda.
-Oh, mírate. ¿Estás impaciente, verdad?
Pablo, además de impaciente, estaba fuera de sí. Y tan excitado que apenas podía pensar con claridad, sólo tenía una cosa en la cabeza.
-S-Sí -jadeó-. Así que te agradecería que dejaras de t-torturarme de una vez y...
Vinícius agarró los bóxers del más joven con una mano y tiró un poco hacia abajo.
-¿Y, qué?
-Y lo hicieras de una vez.
El mayor no esperó más. Retiró la ropa interior del sevillano, dejándolo totalmente expuesto ante él. Se tomó unos segundos para admirar la imagen que tenía enfrente. Gavi estaba hecho un desastre, su pelo revuelto, el sudor de su frente y el de su torso eran la prueba de ello. Y Vinícius no se lo diría, pero era su desastre favorito.
Salió de su ensimismamiento y habló:
-Ven aquí.
Llevó las manos a su cintura y lo ayudó a incorporarse, luego se apartó un poco y le dio la vuelta.
Bajó las manos hasta las caderas del más bajo y las levantó, de forma insinuante.
-Vamos, ya sabes cómo tienes que ponerte -le dijo en voz baja-.
Gavi se acomodó en el sofá, se levantó un poco para quedar apoyado sobre sus rodillas y manos. Pero Vinícius lo sorprendió empujándolo desde atrás, haciendo que ahora su mejilla quedara apoyada contra el brazo del sofá.
-Así me gusta... Ahora, abre más las piernas para mí.
Pablo jadeó, cerró los ojos y obedeció. En serio, el tono en el que Vinícius le estaba hablando iba a hacer que le diera algo.
El moreno llevó sus manos a las nalgas del más joven y las separó un poco. Luego se acercó y, sin avisar, metió la lengua en su entrada tan profundo como pudo, haciéndolo gritar.
Estuvo penetrándolo un rato con la lengua y cuando vio que estuvo lo suficiente dilatado, dio paso a uno de su dedos. Entraba y salía despacio, Gavi se desesperaba cada vez más.
-Te lo pido por favor, Vinícius... -hizo una breve pausa-. Entra de una vez.
-Estoy dentro -dijo, con claras intenciones de provocar-.
-N-No..., ya sabes a lo que me refiero. Te necesito... más dentro, ya.
Aquello fue... Como un fuerte soplo de viento que avivó la llama de excitación que crecía por momentos dentro de Vinícius. Le arrebató todo el autocontrol que le quedaba.
-Como quieras.
Sacó su dedo de dentro de él con algo de brusquedad, se arrancó el boxer de un tirón y se alineó en su entrada.
No se andó con más preámbulos. Lo embistió con todas sus fuerzas, esta vez haciéndolo gritar con más fuerza.
-¡Joder!
Vinícius gimió en cuanto estuvo completamente dentro de él. Luego, haciendo un esfuerzo sobrehumano, esperó unos segundos a que se acostumbrara.
Pero a Gavi no parecía importarle hacerlo:
-Muévete.
Vini no necesitó que se lo dijeran dos veces, volvió a empujar con sus caderas con fuerza.
Lo embestía a un ritmo algo rápido y bastante fuerte, pero el cuerpo de Gavi seguía pidiendo más.
-M-Más rápido, p-por favor...
-Muy bien.
Así lo hizo, Vinícius procuró llegar más profundo en Gavi. Tanto que llegó a tocar su próstata en cada embestida.
Entonces Pablo sintió que no podía más, un intenso cosquilleo empezaba a formarse en su vientre.
Los gemidos, jadeos o gritos de ambos era todo lo que se oía en aquella gran habitación.
-Creo que voy a...
-Sí..., yo también.
En cuestión de segundos, ambos se corrieron al mismo tiempo. Llegaron juntos al éxtasis soltando un último gemido placentero.
Vinícius se mantuvo dentro de él unos segundos, hasta que la última gota de líquido salió de su entrepierna. Luego salió, cerró los ojos y suspiró.
Nunca había pensado mucho en eso, pero jamás se había sentido así con una mujer. Y, de alguna forma, sabía que nunca lo haría. Ni sus mejores fantasías podrían haberse sentido tan bien como aquello...
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Dejo esto por aquí y me voy lentamente..., jajaj.
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Te odio - Vinícius Jr x Gavi
Fiksi Penggemar-Te odio. -¿Ah, sí? Anoche no parecías opinar lo mismo. *** Dos jóvenes estrellas del fútbol. Rivales, destinados a odiarse. Ninguno logra entender porqué siente tantas cosas cuando el otro está cerca. *** SIN MALA INTENCIÓN HACIA NADIE. SITUACIONES...