Te odio - Vinícius Jr x Gavi

II - Maldito Gaviota...

Unas horas antes.

Vinícius Junior despertó de mal humor por el sonido incesante de las notificaciones de su teléfono. Definitivamente debería haberlo apagado antes de acostarse.

Se incorporó hasta quedar recostado en el respaldo de su cama. Apagó su teléfono, que no dejaba de sonar, de una buena vez y frotó sus ojos con la palma de su mano.

Sintió un punzante dolor en la pelvis y maldijo por lo bajo, recordando con precisión absolutamente todo lo ocurrido la noche anterior.

***

Hacía una semana que había viajado hasta Barcelona con su equipo para disputar el partido que tendría lugar al mediodía.

Todos estaban muy estresados por la intensidad de sus entrenamientos, entre otras cosas, así que sus amigos le propusieron salir de fiesta la noche anterior para despejar un poco la cabeza.

Maldita la hora en la que aceptó.

Jude, Eduardo, Aurélien y Rodrygo prácticamente lo arrastraron al reservado de una discoteca que unos amigos del último mencionado les habían recomendado.

Pasaron unas horas bastante entretenidas, hasta que sus amigos se fueron a quién sabe dónde con quien sabe quién y lo dejaron completamente solo, sentado en un sillón con un refresco en la mano.

Se molestó un poco por eso, de no ser porque fue él quien trajo en coche a sus amigos y no quería dejarlos solos, ya se hubiese marchado de aquel lugar.

Para colmo, la persona con la que menos hubiese esperado encontrarse se detuvo en frente suyo.

-Vaya, vaya. Mira a quién tenemos por aquí. "Fictícius" Júnior.

Levantó la mirada al oír esa odiosa voz y lo miró de arriba a abajo con desprecio.

-Mira, "Gaviota". Ahora mismo no estoy de humor para aguantarte, ¿sí? Piérdete.

El chico decidió no hacer caso a lo que él le dijo y siguió molestándolo.

***

Y bueno, entre una cosa y otra... "Agh, ya sabéis lo que pasó. Maldito Gaviota..."

Vinícius se levantó de la cama y se dirigió al lavabo de su grande y lujosa casa. Se echó agua fría en la cara varias veces, hasta que consideró que ya estaba lo suficientemente despierto.

Era tarde, desayunó una mezcla variada de fruta y un batido de proteínas lo más rápido que pudo.

Luego subió a su habitación y se vistió con básicamente lo primero que encontró.

Estuvo aproximadamente una hora entrenando en su gimnasio privado, paró cuando consideró que ya había hecho suficiente y corrió hasta la puerta. Cómo siempre, iba a volver a llegar tarde.

Cogió las llaves de su deportivo y salió de su casa con prisa, cerrando la puerta tras él.

Debería de estar en el estadio hace veinticinco minutos.

Condujo tan rápido como pudo y aparcó a las afueras del estadio de Montjuic.

Entró al estadio y se encontró con Rodrygo y Camavinga vestidos con su ropa de calle.

-Pensábamos que no llegabas -rió el francés-.

Vinícius rió también, negando con la cabeza.

-¿Por quién me tomáis? Hoy es El Clásico, por supuesto que llego.

Sus dos amigos sonrieron y los tres se dirigieron al vestuario para equipos visitantes.

Dejaron sus cosas y se cambiaron. Se pusieron la equipación, la chaqueta de entrenamiento y salieron al campo.

Intentó evitarlo, enserio, pero sus ojos se desviaron casi instantáneamente a dónde los azulgranas entrenaban y lo vio de espaldas, innecesariamente cerca de João Félix.

Algo se le removió por dentro al verlos, y se enfadó consigo mismo por sentir aquello. Se enfadó, más que nada, porque no lograba identificar aquel sentimiento.

Apartó la mirada y fue con sus compañeros. Calentaron durante unos veinte minutos, luego todos volvieron al vestuario, donde Ancelotti los recibió, con su habitual semblante serio.

El entrenador les dio algunas indicaciones, pero sobre todo, palabras de ánimo antes de comenzar.

Los jugadores se quitaron la ropa de entrenar y acomodaron sus equipaciones, algunos bebieron un poco de agua.

Vinícius tuvo que respirar profundamente varias veces antes de caminar hasta el túnel. Cuando por fin lo hizo, se colocó en su lugar en la fila, justo al lado de la de los culés.

Sintió varias miradas encima suyo, y se decidió por ignorarlas.

***