XXVIII - Pensando en él

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La plantilla del Barça ya había aterrizado en Madrid. El staff había registrado a los jugadores, que ya estaban en sus respectivas habitaciones, en el hotel. Pedri y Gavi estaban juntos, claro.

El canario había empezado a arreglarse media hora atrás, y no había querido decirle adónde iba.

Pero Gavi quería saberlo, por eso, se acercó a su mejor amigo y puso su mejor cara de pena:

-Pedri, ¿puedo pregunt...?

-No pienso decirte adónde voy.

-¡Agh! ¿Pero por qué?

-Porque no. ¿Y por qué tienes tanta curiosidad?

Pablo lo miró como si la respuesta a su pregunta fuera lo más obvio del mundo.

-Son casi las ocho y media de la noche y no creo que vayas a arreglarte tanto para bajar a la terraza a tomar el aire. Estoy seguro de que vas a cenar con alguien... Y creo saber quién. Pero necesito que me lo confirmes, ¡o me volveré loco!

Pedri mordió un poco su labio inferior con nerviosismo y se giró hacia él.

-A ver, ¿en quién piensas?

Los ojos de Gavi expresaron ilusión, y enseguida exclamó, sonriendo:

-¿Vas a cenar con Rodrygo?

El canario apretó los labios para ocultar una pequeña sonrisa, pero no podría ocultarle nada a su mejor amigo aunque pusiera todo su esfuerzo en ello.

-¡Vas a cenar con Rodrygo! -declaró entusiasmado-.

-Vale, vale, sí.

Después de eso suspiró y se sentó en su cama cabizbajo, dejando a Pablo algo confundido. Pero no tardó en sentarse a su lado.

-¿Qué pasa, no te apetece...?

-¡No...! Quiero decir, sí, por supuesto que sí.

-¿Entonces?

Pedri respondió a eso después de varios segundos callado.

-Estoy un poco nervioso. Mucho, en realidad. Estoy muy nervioso.

Vaya. Normalmente Gavi era el que hacía ese comentario, y Pedri el que lo calmaba. Pero era su mejor amigo, e iba a, al menos, intentar ayudarlo.

-¿Por qué?

-Bueno. Ya sabes que llevamos algunos meses quedando cuando coincidimos por algún partido. Pero ayer me invitó a cenar, y me dijo que quería hablarme de... algo serio -tragó saliva-.

-Algo serio, ¿eh? ¿Qué podrá ser...?

Gavi prácticamente pensó en voz alta. Y se sobresaltó cuando Pedri exclamó:

-¡No lo sé, por eso estoy nervioso!

-Vale, vale, lo siento... -pensó en como podría cambiar rápidamente de tema para que su amigo se calmara-. ¡Bah! Seguro que te pide salir.

El canario abrió mucho los ojos y chilló:

-¡¿TÚ CREES?!

"Madre mía. Mejor me callo ya."

***

Pedri se había marchado hacía un rato, ahora Gavi estaba abandonado el hotel.

Condujo hasta la casa de Vinícius, que se encontraba a menos de quince minutos. Aparcó en la calle anterior, como usualmente, y caminó un poco para llegar. Presionó el timbre, y unos segundos después, Vinícius apareció por la puerta de su lujosa casa. Llegó hasta la verja, detrás de la cual Gavi esperaba, y se apresuró en abrirla.

-Anda, pasa, está empezando a refrescar -dijo-.

Pablo asintió, le sonrió un poco y lo siguió cuando empezó a andar hacia su casa. Entraron y el moreno se giró hacia él:

-Esto... ¿Has cenado?

-No, la verdad es que no. Pero no hace falta que...

-Shh, te prepararé algo. Aunque no me hago responsable de como quede, la cocina no es una de mis mayores virtudes, precisamente... -rió un poco-.

-De verdad, no hace falta...

-Voy a hacerlo de todas formas -lo cortó-. Pero ven a ayudarme, si te hace sentir útil -dijo, y se dio la vuelta-.

-¡Oye! -exclamó, apresurándose en seguirlo-. Sé hacer muchas cosas.

Llegaron a la cocina. Vini se agachó para buscar una sartén y una tabla, y dijo distraídamente:

-¿Ah, sí? ¿Qué cosas?

Después de pronunciar aquellas palabras, Vinícius se levantó, quedando de pie justo delante de Gavi.

-Patearle el culo al Madrid en las finales, por ejemplo -dijo, con una sonrisa inocente y claras intenciones de provocar-.

Estaban bastante cerca. Vinícius lo miró de abajo a arriba con parsimonia, soltó una pequeña risa y se dirigió a la nevera.

-Sí, sí, ya te gustaría -dijo abriendo la puerta del frigorífico-.

Vinícius sacó algunas verduras y cerró las puertas, Pablo se recostó en la encimera de mármol, cruzándose de brazos, y dijo:

-Perdona, ¿qué insinúas?

-Que mejor no te digo lo que opino del Barça, no quiero que te enfades conmigo -le dijo de espaldas mientras empezaba a cortar las verduras-.

-Eh, un respeto -se impulsó con los brazos para quedar de pie detrás del moreno-. Y que sepas que no me enfadaría contigo, supongo que no todos tenemos buen gusto.

Gavi, estático en su lugar, esperaba alguna reacción por parte del mayor. Esta no tardó mucho en llegar, Vinícius dejó el cuchillo en la tabla de madera y se volvió hacia él. Tras unos segundos mirándolo en silencio, habló:

-Tienes razón. No todos, pero yo sí.

Le que ocurrió después pasó tan rápido que Pablo apenas pudo reaccionar. Vini lo agarró por la cintura, lo atrajo hacia él y lo besó. Le mordió el labio inferior justo antes de separarse, haciéndolo suspirar.

El merengue volvió a girarse y siguió con lo suyo. El culé tragó saliva y volvió a recostarse en la encimera. Estaba totalmente perplejo.

Estuvo media hora, hasta que Vinícius terminó de preparar la cena de ambos, completamente sumido en sus pensamientos. Sumido en la reciente acción de Vinícius, en sus palabras.

Debía dejar de sobre pensar tanto las cosas. Sí, urgentemente. Porque estuvo pensando en él toda la noche, después de prácticamente salir corriendo de su casa. Y estuvo pensando en él todo el partido del día siguiente.

Si lo pensaba fríamente le parecía una tontería, pero no había podido dejar de pensar ni un segundo en que los ojos de Vinícius la noche anterior habían expresado cariño al mirarlo. Eso le generaba... demasiados sentimientos. ¿Miedo, tal vez? ¿Emoción? ¿Nervios?

También había pensado en que el agarre de sus manos sobre su cintura había sido cálido, ligero y cuidadoso...

"Vale, tengo que parar. Acaban de marcarnos gol."

***
Gavi y su tendencia a
salir corriendo 🫠.

Te odio - Vinícius Jr x GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora