XXXII - Mariposas

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8 años después.

El mismo escenario de siempre, otro Clásico. La misma pasión de Gavi al defender su camiseta, la misma ilusión de Vinícius al celebrar sus goles.

El partido que estaban disputando en aquellos momentos era muy intenso. Los aficionados de un equipo insultaban a los del otro, los jugadores estaban cada vez más nerviosos y las tarjetas, tanto amarillas como rojas, no se hacían de rogar.

Oh, y las faltas tampoco. El Barça iba ganando por un gol y quedaban menos de veinte minutos para que el partido terminara, por eso, cuando uno de los defensas del Madrid vio a Pablo desmarcarse y echar a correr totalmente solo hacia su portería con el balón en los pies, no dudó en meter la pierna.

Pero no midió la fuerza de su entrada. Gavi tropezó y cayó al suelo con un golpe seco. A los culés se les encogió el pecho al oír el grito de dolor que soltó al hacerlo.

Una vez en el suelo, el impulso del sevillano fue agarrar la rodilla en la que había recibido la patada. Su mente ya funcionaba demasiado deprisa, se temía lo peor. Había escuchado un crujido.

A unos metros de distancia, Vini, que lo había visto todo como a cámara lenta, empezó a correr hacia él en cuanto reaccionó.

-¡Pablo!

Llegó a su lado y se arrodilló junto a él, preocupado.

-Me duele -susurró entre dientes Gavi-.

Vinícius miró hacia un lado y vio que los asistentes médicos ya corrían hacia ellos, luego volvió a dirigirse a él:

-Tranquilo, minha vida, ya vienen los médicos.

Los profesionales llegaron y le pidieron que se apartara, luego vio desde cerca como se lo llevaban por el túnel mientras él cojeaba.

Los diez minutos restantes de partido los pasó algo descentrado, pero todos lo comprendieron.

Al final, el Madrid ganó, y todo el equipo lo celebraba en el campo. Pero Vinícius no tenía demasiadas ganas de hacerlo, así que fue a ducharse.

Mientras lo hacía, pensaba en que en ese momento Pablo estaba siendo avaluado por los médicos. Estaba ansioso por saber lo que dirían.

***

Al salir de la ducha, cuando ya estaba vestido, dos periodistas fueron a buscarlo para preguntarle si podía concederles una entrevista a la que accedió.

Lo llevaron de vuelta al campo, colocaron un pequeño escenario tras él y, enfocándolo con varias cámaras, empezaron a hablarle.

-Buenas Vinícius, antes de nada, enhorabuena por la victoria.

-Muchas gracias -sonrió con educación-.

-Nos gustaría preguntarte por Gavi. Acabamos de hablar con los médicos y nos han confirmado que su lesión es bastante grave, puede que esté sin jugar lo que queda de temporada..., ¿qué opinas sobre esto?

-Bueno... Si pudiera cambiarme por él lo haría, por supuesto. Mi marido ama jugar al fútbol más que nada en el mundo y se pone nervioso cuando está mucho tiempo sin poder hacerlo. Pero bueno, todos sabemos como es Pablo..., la temporada que viene volverá aún más fuerte.

Te odio - Vinícius Jr x GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora