Los merengues llegaron al aeropuerto aproximadamente a las nueve de la mañana. Bajaron del avión, tomaron sus maletas y subieron al autobús que les llevaría al hotel.
El trayecto fue bastante corto. Esta vez, Rodrygo se mantuvo despierto y no dejó de fantasear (en voz lo suficientemente alta para que solo su mejor amigo pudiese oírlo) sobre todo lo que le gustaría hacer con Pedri cuando lo viera. Vinícius prefirió no pedir muchos detalles.
Entonces su teléfono sonó indicando un mensaje, y se apresuró en revisarlo para tener alguna excusa y dejar de escuchar a Rodry por unos segundos.
La notificación era de Instagram, concretamente de Pablo. Vini se tensó un poco al verlo, pero entró en su perfil para leer el mensaje.
-El partido es mañana, así que entrenaré por la tarde. Puedes pasarte por aquí esta mañana, si te va bien.
-Yo también entreno esta tarde, estaré allí en media hora -fue su respuesta-.
Le pidió su dirección a Pablo y guardó el teléfono, todavía más inquieto que antes.
***
Después de haber dejado sus cosas en la habitación del hotel, de haberse tragado una charla de cinco minutos (cortesía de Rodrygo, claro) sobre lo importante que era el uso de protección y de haber rodado los ojos unas cuantas veces, Vinícius ya se encontraba de camino al apartamento de Gavi.
Sé que puede sonar mal, pero en esos momentos tenía ganas de vomitar. Y no por asco, por nervios. Vinícius se odiaba a si mismo por sentirse así, sabía que no tenía por que ponerse nervioso porque no pasaría nada fuera de lo normal en las siguientes horas, pero... bueno, no podía evitarlo.
***
Por otra parte, Gavi estaba igual de nervioso. No dejaba de pensar en que el brasileño estaría allí, en su apartamento. Y no dejaba de preguntarse si Vinícius pensaría mal de él, pese a que fue él quien propuso quedarse allí.
Pablo se sentó en el sofá del salón y se dispuso a esperar, el contrario debería llegar en pocos minutos.
Mientras tanto, bajó la vista hacia su ropa. Ese día se sentía algo extraño... estaba ansioso por verse bien, y eso no era algo que le pasase muchas veces.
Entonces el timbre sonó, arrancándolo de sus tontos pensamientos. Inspiró y expiró un par de veces, tratando de controlar los latidos de su corazón, que ya amenazaba con acelerarse. Se levantó del sofá y caminó hasta la puerta.
Volvió a respirar profundamente y la abrió. Detrás, se encontró a Vinícius luciendo una sonrisa tranquila.
"Mierda, él tan tranquilo y yo aquí haciendo el tonto."
Ay, si tú supieras.
Trató de imitarla, pero su sonrisa se veía más bien tímida.
-Hola -saludó-.
-Hola.
Vinícius se esforzó más de lo necesario para mantener la mirada en los ojos del contrario. No quería parecer un maldito pervertido, pero la situación se lo estaba poniendo muy difícil.
Probablemente los pantalones de chándal que Gavi llevaba puestos le fueran algo pequeños y la tela le apretaba un poco más en algunas zonas concretas, como los muslos.
-Pasa -la voz del protagonista de sus pensamientos lo sacó de ellos. Se había hecho a un lado y lo estaba esperando-.
El brasileño cruzó la puerta, puede que su brazo tocara el del sevillano por un momento. Gavi lo guió hasta el salón, algo más pequeño que el de Vinícius pero bastante más acogedor.
-Bueno... ¿Quieres un café?
Vini asintió, Pablo se dio la vuelta para dirigirse a la cocina y prepararlo.
"No mires, no mires, no mires, no..."
-¿Vinícius?
-¿Eh? ¡Dime!
Gavira se volvió hacia él justo cuando estaba levantando la mirada. Al parecer no se dio cuenta de nada.
-El café, que cómo te gusta.
-Eh... -"¡Mierda, no me gusta el café!"-. Con leche, gracias.
¿Que por qué había aceptado ir a tomar un café con él si no le gustaba el café? Imagínalo.
El español asintió y se dio la vuelta, Vini hizo lo mismo rápidamente, quedando de espaldas a él. Se acercó al sofá, que tenía una mesita para café en frente, y se sentó.
Gavi volvió a los pocos minutos con una taza en cada mano, le dejó la suya delante y se sentó junto a él. Entre ellos cabría perfectamente otra persona.
Gavi dio un sorbo a su café y habló:
-Bueno... podemos ver una película, si te apetece. Sé que suena un poco cliché, pero creo que no tengo mucho más que ofrecerte.
"Bueno, se me ocurren algunas id... ¡Cállate!"
-Me parece bien, pero... ¿Puedo elegirla yo? -sonrió inocentemente, Pablo le tendió el mando a distancia-.
-Claro, toma.
Vini encendió el televisor y estuvo navegando entre películas aleatorias un rato, hasta que encontró una que le gustó. "Te veo", o algo así. Una película de terror.
-Esta -dijo, e hizo que empezara a reproducirse-.
"Oh, mierda."
En la portada, una especie de hombre muy feo se asomaba por la puerta y lo miraba fijamente, con los ojos muy abiertos. Pablo se hizo pequeñito en su sitio.
Vini, al ver que no decía nada, se giró para mirarlo. Debió de percatarse de su expresión de horror, porque se echó a reír.
-Espera, no me digas que... ¿Te da miedo?
-¿Q-Qué? ¡No, claro que no!
-Oh, sí, ya lo creo que sí. Tranquilo, puedes agarrarte a mí cuando te asustes.
-¡No pienso tocarte, idiota!
La expresión de Vinícius cambió un poco: se mantuvo divertida, pero ahora era más... profunda. Alzó una ceja. La mirada penetrante con la que lo miró hizo que Gavi quisiera apartar la mirada.
-¿Qué? -preguntó-.
-¿Debería ofenderme, o tomármelo como un reto? -bromeó, más o menos, el mayor-.
A Pablo le gustaría poder decir que no enrojeció como un jodido tomate, pero sí lo hizo. Miró hacia otro lado, dejándole ver su perfil.
-No lo sé, cómo prefieras.
No dijeron nada más en un rato, se limitaron a ver la película. Aunque no es que le estuvieran prestando mucha atención.
Gavi pensaba en las palabras de Vinícius, y él, en las de Gavi. Bueno, y en sus bonitas piernas.
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Te odio - Vinícius Jr x Gavi
Fanfic-Te odio. -¿Ah, sí? Anoche no parecías opinar lo mismo. *** Dos jóvenes estrellas del fútbol. Rivales, destinados a odiarse. Ninguno logra entender porqué siente tantas cosas cuando el otro está cerca. *** SIN MALA INTENCIÓN HACIA NADIE. SITUACIONES...