Maleficio roto

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"He estado viviendo una mentira

No hay nada adentro

Devuélveme a la vida

Congelado por dentro sin tu toque

Sin tu amor, cariño

Solo tú eres la vida entre la muerte

Todo este tiempo, no puedo creer que no pude ver

Mantenido en la oscuridad, pero estabas allí frente a mí

He estado durmiendo mil años, parece

Tengo que abrir mis ojos a todo

Sin pensamiento, sin voz, sin alma"

Evanescence – Bring Me To Life


Ya habían pasado varios días desde que Istat se encontró con Sasil en el bar, después de su conversación acerca de los peligros del continente de origen de la jaguar, no recordaba absolutamente nada, había amanecido semi desnudo al lado de su compañera de trabajo, fue la primera vez que abandonó a alguien con quien había dormido, sin embargo, habría mantenido algunos encuentros con ella. Le era bastante difícil dejar la costumbre de buscar la compañía de forma grotesca y desesperada. Estuvo evitando un poco a Sasil, debido a que la jaguar se lo comenzaba a tomar en serio, Istat estaba avergonzado de explicarle su situación, por lo que intentaba no estar a solas con ella, siempre pegándose a Malena, Athan o Ayo.

Los días posteriores al saqueo de la propiedad de Cassian Tenebitur, Eda había ordenado una constante vigilancia a las zonas donde supuestamente yacían los nobles vampiros, gracias a lo recuperado en la mansión, lograron descubrir diversas propiedades a nombre de los Tenebitur tanto en Alemania como alrededor del mundo, esperaban que en cualquier momento el sospechoso apareciera y así pudiesen atraparlo y darle fin a sus matanzas. Malena había aprovechado esta situación para comenzar a armar un plan de infiltración para Istat, que no muy convencido, lo llevaría a cabo. La sórdida había estudiado e investigado las diversas propiedades, en todas había demasiada gente, pero descubrió que de entre todas las fotos tomadas como evidencia de estos lugares, solo en una se mostraba a un vampiro con ojos de otro color, habían captado a Lesnard sin notarlo, así fue como Malena descubrió que los nobles se refugiaban en aquella casa, sin embargo, había probabilidades de que no fuera del todo acertado, investigó por cuenta propia y de forma presencial, siempre teniendo cuidado. Llamó a Istat y a Ayo, iban a reunirse nuevamente en el hospital del Bestiario, nadie los molestaría ahí, luego de armar una estrategia por completo, le revelarían todo a Eda para esperar su aprobación y apoyo en caso de que algo saliera mal.

–Espera, espera. –La detuvo Istat. –¿Piensas revelarle a Eda que en el pasado me enredé con el sospechoso? ¿Sabes los problemas en los que me metería?

–No seas imbécil. –Hizo una mueca de disgusto. –No revelaremos nada de tu pasado, ese es un plan solo entre nosotros... A menos de que el sospechoso quiera contar su historia juntos. –Istat dio un suspiro. –Para llevar a cabo esto, necesitamos la ayuda del Bestiario o nos ira peor que en la cacería de Cassian, nos destrozarían por completo.

–¿Cuál es el plan? –Preguntó Ayo.

–Bueno, descubrí que en todas sus propiedades hay solo sórdidos. –Les mostró las fotos que había robado del expediente del caso (de entre todas también había tomado una de los cadáveres con la marca de los vampiros), todas las figuras humanoides tenían los ojos rojizos. –Excepto en una. –Tomó la foto donde Lesnard había aparecido accidentalmente. Todos la miraron, era una enorme propiedad con un jardín lleno de maleza, en uno de los balcones se había asomado un muchacho rubio, de cabello largo y extremadamente pálido, sus ojos eran azules.

La cuarta DiosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora