La cuarta Diosa

Lo que son

"No quiero saber todos tus secretos porque los contaré

Ya es bastante difícil estar solo conmigo mismo

No sé cuánto tiempo estaré aguantando

Sé que hiciste todo lo posible,

sé que tenías buenas intenciones,

pero me empujaste hasta el borde y

me resbalé y luego caí

No sé cuánto tiempo estaré aguantando

Como un villano, no podría ser

No lo necesitaba, me necesitaba"

Bad Omens – Like A Villain

Era un pasillo sumamente oscuro, el dueño del edificio no había mandado a reparar las luces de los pisos cinco y seis, era muy poco lo que se podía ver, fácilmente alguien podía tropezar y sufrir un accidente, si no fuese por la luz del ascensor todo sería peor. Nicanor era una pequeña niña, aferrada a la falda de su tía con temor, no quería avanzar hacia la oscuridad del edificio, la mujer cargaba algunas bolsas del mandado.

–Vamos Nicanor, tu madre nos está esperando. –Dijo la mujer con voz gentil, Nicanor negó. –¿Por qué no quieres?

–Hay alguien en la oscuridad. –Dijo con voz temblorosa, la mujer se asomó en la oscuridad, pero no veía nada moverse en ella.

–No hay nadie. –Respondió, cambió la bolsa de compras a su otra mano y le ofreció la libre a su sobrina. –Vamos, yo estoy contigo. –Nicanor extendió la mano y su tía la tomó, ambas avanzaron con cuidado, la pequeña miraba a todos lados, llegaron hasta la puerta de su apartamento, cuando su tía se detuvo para buscar las llaves en su bolso Nicanor escuchó la puerta de enfrente abrirse, una mujer de aspecto fantasmal se asomó: tenía el pelo rubio, ojos lechosos, un vestido blanco, su cuerpo estaba lleno de heridas, aquella espectral figura abrió la boca, pero solo un doloroso gemido salía de esta, Nicanor se asustó demasiado, al ver la luz que salió de su apartamento sin dudarlo empujó a su tía y corrió al interior aterrorizada. –Nicanor, con más cuidado. –Al ver a su madre comenzó a llorar y fue hacía ella.

–¿Nicanor? ¿Por qué lloras? –Su madre la abrazó.

–¡Quiero irme! –Sollozó. –¡Quiero volver a Corea con papá!

–Tu padre tiene mucho trabajo, además, dijiste que querías venir de visita con la tía Delia ¿recuerdas?

–¡Pero ya no quiero! –Lloró. –¡Aquí hay muchos monstruos en la oscuridad!

–¿Monstruos? –Preguntó su madre, y la niña asintió frotándose los ojos.

–No hay monstruos, cariño, solo es tu imaginación.

–Eso no es verdad, en la puerta de enfrente hay una mujer cortada. –Su tía se mostró un poco consternada.

–P-pero el apartamento de enfrente no ha sido alquilado, de seguro viste mal, cuando uno tiene miedo su mente le juega trucos. –Delia cerró la puerta. La madre de Nicanor le acarició el rostro.

–Cariño, solo espera una semana, pronto regresaremos con tu padre.

–¿Por qué debo esperar tanto? –Preguntó. –Cerca de papá no hay monstruos, y cuándo los hay huyen de él. –La mujer sonrió, pensando que su hija creía que el hombre era una clase de superhéroe.

–Papá tiene un viaje de negocios, si regresamos antes no estará en casa, y él me dijo seriamente: "Basha, no quiero que tu hija y tú estén solas, escuché que Nicanor quería ir con su tía, vayan durante las vacaciones, en cuánto regrese del trabajo iré por ustedes." –Imitó una voz más grave y seria, pero solo hizo reír a Nicanor. –A papá no le gusta que estemos solas, así que debemos obedecerlo.