"Cada palabra es nuestro último verso que cantamos
los benditos y los malditos.
Es difícil imaginar a dónde pertenecemos todos y
sí tenemos la fuerza para seguir adelante.
¿Soy el santo?
Tómame de la mano.
Difícil de confiar cuando nadie entiende
estás solo a los ojos del hombre.
Sin sombra."
Black Veil Brides – Fields of Bone
Aleksei cobró una jugosa cantidad tras deshacerse de la Leanan Sidhe, lo que la señorita Pávlova le dio no fue demasiado, pero lo que los chicos pagaron fue lo que llenó de felicidad al cazador, además de que se quedó con la daga y la olla del demonio, nuevas adquisiciones para los relicarios de los cazadores rusos que conformaban la empresa donde Aleksei trabajaba.
Después de aquellos sucesos, Lev se volvió unido con su hermano otra vez, Aleksei decidió quedarse por algún tiempo con su familia, unas vacaciones antes de regresar al trabajo, en su tiempo de descanso, trató de convencer a Lev de hacerse cazador, este estaba muy reacio, aunque no se negaba a aprender sobre la mitología de estos seres. Los hermanos comenzaron a contarse sobre las cosas que vivieron en ausencia del uno y el otro.
–¿Sales con alguna chica?
–No. –Contestó.
–¿Ni con las que comparten tu oficio? –Lev estaba curioso, Aleksei dio un sorbo a la cerveza que tenía.
–Solo he tenido una novia, cazadora, pero las cosas entre nosotros no terminaron bien. – Estaban a las afueras de la ciudad, sentados en el cofre de su auto, disfrutando de la vista mientras bebían.
–¿Ah no? ¿Por qué? – Hacía frío, pero, aun así, el sol era ardiente y caluroso, típico sol de tiempos fríos.
–Fue convertida en un monstruo e intentó comerme. – Aquello era algo cruel, pero Lev no aguantó la risa, casi escupió el trago que bebía, se comenzó a carcajear, no lo pudo evitar, Aleksei solo lo miraba seriamente. –No es divertido.
–¡Lo sé! ¡Lo sé! – Le hizo un gesto con la mano. – ¡Es que es tan extraño! – Aleksei suspiró.
–La vida amorosa de los cazadores no es fácil, no siempre estás en un mismo lugar, no siempre puedes darle la atención debida a tu chica.
–¿Y así quieres que me convierta en uno? ¡Sería un completo idiota si quisiera alejarme de mi preciosa Tanya!
–Siempre están las manos para compensarlo. – Bromeó. Se acabó la cerveza y guardó la botella en una bolsa de basura dentro de su auto. Después de un rato decidieron regresar a casa, ayudar a la abuela a cocinar o con el trabajo doméstico, ambos estaban aburridos y necesitaban algo en que ocuparse. Lev podía salir con su novia y amigos, pero Aleksei no, jamás pensó que librarse de su trabajo por unos días lo haría querer regresar a la acción con más ganas, la vida de un humano normal ya no le sentaba, aunque, aún podía disfrutar de los pequeños placeres que la vida ignorante le podía ofrecer.
Ambos estaban pelando algunas patatas para la cena de ese día, ellos conversaban de la vida y de algunas cosas, el abuelo estaba fuera paseando a la vieja Oreo y la abuela estaba en la cocina preparando algunas cosas, el celular de Aleksei comenzó a sonar insistentemente, el hombre se levantó rápidamente, desconcertando a su hermano, que solo lo veía buscar desesperadamente entre los sillones el dispositivo, cuando lo tuvo en su poder, con las manos sucias por las cáscaras y jugos del tubérculo tardó un poco en deslizar la pantalla.
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La cuarta Diosa
FantasiMisteriosos asesinatos rituales aparecen alrededor del mundo, evidencia que podría poner en peligro al mundo oculto, exponerlos ante la humanidad, el Trono de la Luna tiene que evitar esto, pero las bestias desean dejar de esconderse, el precio de e...