Año 2025, 19 de Noviembre, miércoles

19 1 0
                                    

Las tareas demoniacas tardaron un poco más de lo que esperaba pero aquí estoy otra vez.

Esa noche fue especialmente extraña, me sentía como un niño, con necesidad de cariño como jamás antes lo había sentido. Y no es que no hubieramos hecho algo así antes, digo, despues del Armagedon que no funcionó, Aziraphale yo solíamos tener más contacto físico, nos sentábamos más cerca o él apoyaba sus piernas sobre las mías mientras pasábamos el rato sentados en la librería o incluso, como ese día, yo apoyaba mi cabeza sobre sus piernas mientras conversabamos, esa clase de cosas se nos habían vuelto naturales, no era que lo hiciéramos siempre, pero no había nada incómodo entre nosotros... y no sabía cuánto extrañaba eso hasta que lo hice. Lo que sí era nuevo y tal vez de ahí venía la sensación, era el cariño en el cabello... creo que nunca nos hacíamos cariño... una cosa era el contacto, y otra era acariciar el uno al otro... eso no era nada común y tal vez haya sido eso o el fantástico día que tuvimos, pero de alguna forma, la conversación derivó a nuestros momentos de la historia favoritos... y entonces él dijo: 

- La humanidad ha pasado por momentos extraordinarios, no lo crees?
- Definitivamente
- Y nosotros... nuestros propios días o noches... verdad?

Debo admitir, que sólo el hecho de que él dijera "nuestro" refiriéndose a lo que sea, me gustaba suficiente para hacerme sentir bien, pero pensar que él tenía "nuestras" noches favoritas me hizo sonreír.

-¡Vaya! ¿Cuáles serían para ti nuestras mejores noches, ángel?
- Quieres que me acuerde de todas?
- De verdad crees que hemos tenido tantas?
- No lo sé
- Bueno, yo recuerdo... -dije pensando y sonreí de pronto- la de Job
- Oh! -dijo sorprendido- qué tiene esa de buena?
- Vamos, fue divertida, es primera vez que comiste de lo mismo que los humanos... y en realidad sí fue interesante...
- Te refieres a la conversacion?
- Sí, ahí es donde... bueno, te dije varias cosas
- Me mentiste
- No, no fue tan asi
- Claro que sí! Me dijiste que estar por ti mismo no era solitario... -dijo pero no pude rebatir- de verdad creo que sí lo es...
-Lo es... pero esa fue una de mis noches favoritas -dije tratando de continuar con el tema y evitar los pensamientos tristes- la otra fue tu primera borrachera.
-Ay no me lo recuerdes, por dios esa sí que fue una buena borrachera
-Ah! -reí- ni siquiera podías mantenerte en pie!
-No es divertido, Crowley
-Oh, vamos! Claro que sí, jaja! Recuerdo que hasta quisiste bailar
-Ay no -me dijo poniendo una mano sobre su rostro avergonzado
-Fue un buen momento, ángel, no tienes que avergonzarte -sonreí.
-No puedo evitarlo, recuerdo algunas cosas de esa noche y es imposible...
-Recuerdo que me dijiste que era un demonio sexy
-Claro que no!
-Si! Haz memoria, créeme que eso no se me olvidaria.
-Oh, cielos Crowley, realmente me avergüenza! No tienes un recuerdo que no sea asi?
-Si, mi tercera noche favorita...
-Cual es?
-1941 -dije, sabía que él lo entendería enseguida.
-Oh... -se escuchó sorprendido- vaya.
-Qué?
-No creí que tuviéramos la misma...
-¿También es una de tus favoritas?
-Así es... Esa noche tu... me salvaste, y a mis libros, "un pequeño milagro demoníaco de mi parte"
-"Un pequeño milagro demoníaco de mi parte"- dije al mismo tiempo que él.
-Hiciste como si no fuera nada.
-Tenía qué...
-Y luego el acto de magia
-Oh cielos, jamás habia tomado un arma -me reí
-Y todo salió genial, y sin papeleo!
-Una esplendida noche...
-Así es -me dijo mientras acariciaba mi cabello- una noche maravillosa... Como cuando salvamos el mundo, esa también fue una excelente noche ...
-Como hoy, cenando en el Ritz
-Asi es, ah! Brindamos por el mundo
-Como cambian las cosas -susurré cerrando los ojos, cada vez más relajado...
-Oh, Crowley, déjame disfrutar de esos recuerdos...
-De acuerdo -sonreí- cual es tu tercera noche favorita?
-Hoy...
-Que? -abrí los ojos de golpe
-Hoy ha sido una de mis noches favoritas, cenamos en el Ritz, fuimos a esa exposición de las estrellas y te vi disfrutar... y ahora, hacerte cariño en esta posición, permitirme acercarme a ti...
-Ángel... -susurré sorprendido

El Diario de Anthony J. CrowleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora