Año 2025, 8 de Octubre, miércoles

35 4 0
                                    

Vaya! Ha pasado un buen tiempo desde la última vez que escribí pero también me han pasado cosas interesantes.

Luego de ese último día escrito, afuera del bar, pude conversar con una muchacha que se ahogaba de borracha, amablemente y a sabiendas de que el mundo no es tan agradable a veces, la llevé a su casa en un acto de… digamos, "buena voluntad", tampoco es que haya sido una idea genial, yo estaba ebrio igualmente y con mi Bentley a alta velocidad podría haberla matado, pero no pasó. Al llegar, la fui a dejar a su cama y ella, devolviendo inmediatamente mi "amabilidad" me permitió quedarme en el sillón de su casa. Siendo sincero, entre dormir en el sillón de una casa desconocida pensando en que en realidad el verdadero peligro soy yo, y dormir en uno de los asientos de mi amado Bentley, en verdad se lo agradecí y estoy seguro que mi bebé también agradeció el respiro. La cosa es que despertamos casi a las mismas horas y sin saber quién era yo, le intenté comentar a grandes rasgos lo ocurrido. Extrañamente ella me creyó, supongo que porque no sentía en sí misma ningún indicio de que yo hubiese hecho algo malo en verdad, así que me ofreció desayuno y le acepté un café. Me preguntó por los anteojos, dentro de la casa y en invierno, e inventé algo sobre la luz y eso fue todo. Conversamos de su vida mucho más que de la mía y entre ello me comentó que estaba buscando alguien que pudiera quedarse con ese departamento pues ella se movería de ahí a Escocia, a probar suerte con otra clase de personas. Le dije que era un lugar hermoso y que definitivamente era una buena decisión. Le advertí del clima y me preguntó si era nativo. Me resultó curioso que nadie me lo había hecho notar hasta ese momento y cuando se lo comenté me  explicó que ella tenía muchos menos filtros con la gente y que mi pelo había llamado su atención desde el principio. Le di la razón, más que nada porque explicarle que el color se debía al fuego del infierno, me pareció demasiado. Se nos hizo tarde y para evitar comer el almuerzo le dije que debía irme e intercambiamos números. Un par de días después me llamó y me ofreció el lugar. No sé por qué lo acepté pero lo hice y estuve toda una semana ayudándole a guardar las cosas en cajas para que pudiera irse.

Me había caído bien y yo a ella, le compré todo el departamento y ella quedó realmente encantada de tener un amigo que se quedara en su ex casa. Le dije que si en algún momento ella quería volver a tenerlo, que me avisara y que por un precio, ella podría volver a tener este espacio. Así, Lauren se fue a vivir a Escocia y yo adopté un nuevo departamento, mis plantas están volviendo a crecer tan hermosas como antes y mi Bentley tiene hasta estacionamiento propio. Parece que todas las cosas por fin se están acomodando, y mientras movía algunas de mis chucherías del auto, se cayó este cuadernillo y aquí estoy.

Me resulta interesante que justamente cuando escribí de volver a la paz en esos tiempos yo también pude hacerlo ahora en la actualidad, pues el tiempo después de la situación con Adam, el Anticristo, fueron tiempos de mucha tranquilidad. Y ahora, me he logrado establecer en un lugar tranquilo, aunque ahora al menos tengo casa, y bueno, al igual que en ese entonces, conseguir esa tranquilidad no fue tan sencillo.

En esa época, después de la situación con Adam. Aziraphale y yo esperábamos un castigo de parte de nuestros ex-bandos, suponiendo que era imposible que no hubiera una reprimenda de parte de ellos que morían de ganas de pelearse con los otros y como esa pelea no se había generado, sólo le quedamos nosotros. Como indicio, teníamos los dichos de Agnes, por lo que, habíamos decidido con el ángel que en todo momento que estuviéramos fuera de nuestras casas, tendríamos los cuerpos cambiados. Y fue un éxito en verdad. Primero me raptaron a mi los angeles y luego a él. Entiendo que le obligaron a meterse en una bañera de agua bendita, ah! Me parece hilarante que haya pedido un patito de hule y una toalla a Miguel! Ja! Me imagino su cara de por qué estoy siendo amable con un demonio? Aunque, también creo que se debe haber asustado cuando vio que su agua no hacía efecto conmigo. Por mi parte, me sorprendió ver a Gabriel tan emocionado por la muerte del ángel. Sentía su rabia, sus ganas de desquitarse con Aziraphale y eso me hacía enojar. Realmente me resultaba desquiciante que él quisiera destruir a mi único amigo de esa forma tan vil, y además mirar, cómo podía pensar Aziraphale que eran los buenos con esa clase de actitud? Bueno, según ellos estaba limpiando el cielo pero por favor! No era un poco… "sádico"? (No puedo creer que esa palabra se deba al Marqués que conocí, aunque me resulta perfectamente entendible) De todos modos, quería quedarse a ver cómo el mismo fuego del averno destruía a uno de los suyos, era imposible que yo pensara que eso estaba bien, así que disfruté su cara de terror cuando me vio relajado en el fuego y más aún cuando le lancé fuego a la cara! Ajajá! Lo necesitaba. No quería que esa gente se acercara nunca más a mi ángel, digo, AL angel, a Aziraphale! En fin, no quería que estuvieran cerca de él, jamás, que le tuvieran miedo suficiente como para no querer acercarse nunca a aquel que les había escupido fuego del averno sin quemarse… y en realidad después de eso pasaron años sin saber de ellos.

Fueron buenos años, en realidad, ahí pudimos ver cuando falleció la abuela de Maggie y asegurarle que la dulce mujer estaba en un buen lugar, porque no estaba ni registrada, ni en la fila cuando fui a revisar abajo. Así que sí, en verdad estábamos bien seguros de lo que decíamos. También pudimos ver cuando Nina puso su café y reírnos del nombre, pues dejaba entrever el carácter fuerte de su dueña… quien iba a pensar que ellas…? Bueno, eso no importa.
Lo que sí que no fue tan bueno es que luego de eso, recuerdo que Shax tomó mi lugar como encargada de Londres, tenía sentido, no podían confiar las tentaciones a un demonio que se había vuelto tan humano que ni el agua bendita le hacía daño, y tuve que vivir en mi auto un buen tiempo en realidad bueno, hasta hace una semana, no es extraño? Que sin él… ? ¿Será una señal? Bueno, como sea. De todas formas, en ese momento no me importaba tanto en realidad, lamentaba el estado en que quedarían mis plantas, pero más allá de eso, no mucho… era estúpido pero la sensación venía más que nada porque así podía tener más libertad para juntarme con él… No lo hacía tan seguido, obviamente, pero sí lo hacía al menos dos o 3 veces a la semana. Además, Aziraphale más de una vez me invitó a quedarme en su librería y pasábamos toda la noche conversando o emborrachándonos para luego ir a dormir. Ahí los lentes oscuros hacían mucho más que solo cubrir mis ojos de serpiente, sino que también ocultaban la forma en que podía mirarlo. Y es que podía pasar horas escuchándole hablar de sus libros y sus gustos y sus cosas de ángel, aunque puede ser que más de alguna vez me haya perdido más en sus formas que en sus historias en sí mismas.

El punto que es que en ese entonces no sabía lo que iba a pasar, nadie lo hace, obviamente a menos que seas "todapoderosa" y yo era más tonto en esa época que ahora, o bueno, al menos eso espero. Así que prefería estar cerca del ángel en vez de encontrar un lugar para vivir… Que idiota! Pues mientras todo eso pasaba, los encargados tanto del Cielo como del Infierno jugaban con fuego y coquetería, un papel que después cobraría mucha importancia… una situación que salió muy bien para ellos y que destruyó todo para mí.

De acuerdo, mi estado de ánimo iba bien hasta ahora. No quiero arruinarlo… hasta aquí será.

Atte. A. J. Crowley.

El Diario de Anthony J. CrowleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora