Año 2001

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Encontré este cuadernillo guardado en alguna caja que me ha quedado por ahí. Debe ser esto de lo que me ha comentado Aziraphale hace algunos meses. Es que él no entiende el trabajo ajetreado de un demonio como yo y no espero que lo haga, él tiene otras formas más angelicales de hacer las cosas. Para saber qué era me detuve a leerlo y me di cuenta de que esto no está tan mal como creí en el tiempo que recibí este regalo, pues a pesar que tan sólo la idea de leer me resulta repulsiva, leer algo escrito por mí mismo me levanta los ánimos y como ahora tengo algo de tiempo libre, haré el esfuerzo de escribir mis aventuras. Así la próxima vez que lo encuentre, podré ver al viejo yo y aplaudirme mis hazañas… pero por donde comenzar? Ya expliqué quien soy y lo que hago. Tal vez una pequeña confesión… Me gusta vivir en la tierra. Soy el único demonio que por elección decide vivir aquí en la tierra, pero es que donde más? si en el infierno no puedes disfrutar de los placeres de una buena noche de tragos, no puedes conducir un auto fantástico como mi bellísimo Bentley y en fin, te pudres del ajetreo constante y monótono por toda la eternidad… Nah, es mejor la tierra, la humanidad va cambiando con los años, siempre iguales pero diferentes, van evolucionando o involucionando depende por donde se le mire, pero de alguna forma siempre se las arreglan para tratar de vivir una vida más amena… me gusta eso de ellos, me acomoda vivir así y por eso trato en lo posible de ayudar… digo, no de ayudar, de contribuir a que sus vidas estén llenas de… digamos, “experiencias” que hacen que su vida sea “LA vida”, además quien más que yo sabe cómo sería de aburrido todo sin un poco de tentaciones y miseria… no? Bueno definitivamente no Aziraphale, ese ángel no tiene ni la menor idea, y encima se resiste, yo creo que es parte de su encanto de ángel de todos modos, al final incluso cuando justifica sus tentaciones con el “Gran Plan” o la “voluntad del jefe” igual puede disfrutar de algunas cosas y comprender un poco mejor. Tal vez por eso me cae bien, porque él es el único ser además de mí que prefiere vivir en la tierra, desde el inicio incluso, al igual que yo, y claramente hay cosas que entiende mucho más que los otros ángeles o demonios que conocemos. Es agradable por eso hablar con él. 

Bien, tengo mil historias que contar pero supongo que las dejaré para otra ocasión, tal vez mañana o algo así, como dicen los humanos, no dejes para hoy lo que puedes hacer mañana. 

Atte. A. J. Crowly

El Diario de Anthony J. CrowleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora