The Little Mermaid (Male Ariel x Reader).

¡¿Compromiso?!

(Punto de vista: lector)

Finalmente llegamos a casa, besé la mejilla de Ares y le di las buenas noches. Cerré la puerta de mi habitación y me quedé dormido tranquilamente, cansada y feliz por los acontecimientos de hoy.

-A la mañana siguiente-

Misma rutina de siempre. Me vestí después de despertarme y corrí escaleras abajo felizmente, lista para contarle a Eric lo que había sucedido. Para mi sorpresa, Eric estaba en el pasillo con Grimsby y un joven al que nunca había visto.

-"Buenos días querida, ¡tu hermano tiene excelentes noticias!" Grimsby parecía más feliz que nunca, lo que me asustó un poco.

-"Uhh...eso es genial, ¿quién es?" Pregunté, refiriéndose al hombre alto de cabello castaño que vestía un traje azul marino.

-¡Oh! ¡No puedo aguantar más! Es tu prometido.

¡Querida!" Grimsby dijo alegremente y aplaudió.

-"¡ESPERARLO!" Miré a Eric, quien asintió.

-"Ustedes se casan esta tarde, es una alianza política que necesitamos", explicó.

-"N-no, ¡por favor no hagas esto Eric, por favor!" | Rogué y él sacudió la cabeza, retrocedí y salí corriendo llorando. No sabía dónde esconderme ni con quién hablar, así que corrí a la habitación de Ares.

-"A-Ares por favor déjame entrar" grité, abrió la puerta confundido mientras yo entraba corriendo. Cerró la puerta y me miró interrogante, corrí y lo abracé enterrando mi cabeza en su pecho y llorando.

-"E-me obligan a casarme con alguien, y-no quiero hacerlo" dije entre lágrimas.

-"A-ayúdame Ares, por favor" me masajeó la espalda y me abrazó mientras yo intentaba calmarme.

Finalmente me encontraron y le dijeron a Ares que se retirara, diciéndole que me casaría al atardecer. Ares parecía más sorprendido que yo cuando le dijeron. Miró al hombre, mientras el hombre simplemente me agarró la mano con dureza y me llevó con Carlotta.

y las otras sirvientas para prepararse.

-"Por favor, no llores querida, todo estará bien" me abrazó, tratando de tranquilizarme, pero ambos sabíamos que no ayudaba.

-La boda real-

(POV: Escritor (Yo))

Mientras T/n se preparaba, también lo hacía su misterioso prometido. Se paró junto al espejo arreglando el cuello de su camisa mientras cantaba. No sabía que Scuttle había encontrado su ventana y había oído todo el asunto.

-"Las cosas están funcionando perfectamente"

-"Según mi diseño definitivo"

-"Pronto todos tendrán ese pequeño tritón, y el océano será de mamá y yo"

Mientras el hombre reía con maldad, se miró en el espejo y reveló que él era Ursel. Scuttle jadeó y salió volando rápidamente para advertir a Ares.

-"¡Ares! ¡Ares!" voló hasta que lo vio llorando, apoyado contra un pilar abrazando sus rodillas.

-¡Ares! Miró a Scuttle y se secó las lágrimas.

-"Yo estaba...estaba volando, bueno claro que estaba volando"

-"Y...vi que...el mago estaba mirando el espejo"

- "¡Y estaba cantando, con una flauta robada!"

-"¡Escuchas lo que estoy diciendo!" gritó y sacudió a Sebastian de un lado a otro.

-"¡La princesa está siendo obligada a casarse con el mago disfrazado!"

-"¿Está seguro?" Preguntó Sebastián después de ser arrojado al suelo.

-"¿Alguna vez me he equivocado?" Sebastián lo miró.

-"Quiero decir, ¡cuando es importante!"

-"¿Qué vamos a hacer?" Preguntó Flounder, pero Ares se levantó, saltó al agua e intentó nadar.

Sebastián observó a Ares luchar en el agua, por lo que soltó algunos barriles. Le indicó a Flounder que nadara hasta el bote arrastrando el barril con él. Ares se aferró al cañón y estaban en su camino. Scuttle voló para encontrar formas de detener la boda y Sebastian se sumergió profundamente en el agua para alertar al Rey del Mar.

Scuttle se fue volando preguntándose cómo podría retrasar una boda. Se le ocurrió una idea y procedió con ella. Voló alrededor alertando a todos los animales que pudo sobre la situación, y uno a uno nadaron hacia el barco.

(Punto de vista: lector)

El órgano sonaba mientras caminábamos por el pasillo. Un completo desconocido caminaba a mi lado luciendo feliz, mientras yo contenía las lágrimas esperando que algún milagro detuviera esto. Max gruñó, pero ni siquiera eso lo detuvo, ya que había hecho algo para que se callara. Finalmente llegando al estrado el oficiante inició la ceremonia.

-"Amados..." Recé por cualquier distracción, incluso consideré que el barco se hundiera.

-"¿Varian, tomas a T/n como tu legítima esposa, mientras ambos vivan?" 'Varian, espero que lo reconsideres y digas que no', pensé para mis adentros.