Decir que no me había dolido enterarme de eso sería mentira. En cuanto escuché esas simples palabras "Se vio con su ex" se me partió el corazón en mil pedazos y sentía como se clavaban en todo mi cuerpo. De un momento a otro todo comenzó a ir en cámara lenta, como si mi cabeza no quisiera asimilar lo que estaba por venir. Pensé que era mentira, que estaba soñando, que mi cabeza lo había imaginado, pero al ver como todo seguía su curso, sabía que era la realidad, una triste y cruda realidad.
Los chicos reían, le preguntaban a Enzo sobre su encuentro con su ex, que al parecer se llamaba Sofía. Su mirada se clavaba en mí, expresando culpa y lamento, pero yo no lo veía así, solo veía alguien que me había estado mintiendo todo este tiempo.
Todos los abrazos. Todos los besos. Todas las caricias, Mentiras
Me limité a aparentar que no me importaba en absoluto lo que dijo Juani, ya que lo que teníamos era secreto, pero ya no sería nada, simplemente un feliz y a la vez triste recuerdo en mi vida.
Algo en mi me repetía que se dejara explicar, que a lo mejor la prensa solo había malinterpretado todo y me estaba haciendo pasar por una mala jugada. Pero no podía, simplemente no era capaz en ese momento.
El debió contarme, ¿Verdad?
Nunca me he caracterizado como una celosa patológica ni nada por el estilo, pero ahora me sentía así, la rabia y la tristeza corrían por mi venas. En mi cabeza se repetía la misma frase. No llores, no llores, no llores. Pero de un momento a otro, sin darme cuenta, una lágrima descendió por mi mejilla mientras observaba el suelo de la sala.
—¿Lu? —Matías elevó mi cara y se vio la lágrima caer— ¿Qué ocurre? ¿Estás enferma?
Todas las miradas recayeron en mí, me sentí como el día que los conocí, pero esta vez mostraban preocupación.
—No me siento bien, me iré a dormir —Me levanté lentamente del sofá mientras todas sus miradas me chocaban en la nuca, susurraron un par de cosas en tono de preocupación pero no pude escucharlas, cuando estaba por salir de la sala, sin darme la vuelta ni mirarles murmuré— Buenas noches.
—Buenas noches —Se escuchó por parte de todos a la vez—
Al abrir la puerta de mi habitación, una ola de sentimientos me ahogó por completo, las lágrimas se desbordaban de mis ojos como una lluvia incontrolable, mis piernas flaqueaban y una sensación de frío invadió mi cuerpo causando escalofríos por todo mi cuerpo.
Hace unos años me diagnosticaron trastorno por estrés post-traumático después de lo Guido, y recibir malas o impactantes situaciones hacia que mi cuerpo y mi mente jugaran en mi contra. Sentía miedo y tristeza de maneras intensas y bipolares, me daban ataques de agresividad sin ningún motivo alguno y el sentimiento de desesperanza llegaba a mis pensamientos. Por eso tengo a Zara, es un animal de apoyo emocional, sabe identificar cuando me está ocurriendo algo así y me indica que me siente y me calme. Como ahora mismo.
Zara saltó encima mio y me daba toquecitos con sus patitas para que me sentara en el suelo y me tranquilizara. Me escurrí lentamente sobre la puerta hasta quedar sentada, Zara salió de encima mio y con su boca me trajo mi caja de pastillas, estaba bien entrenada. Tragué una como pude y seguí sollozando hasta que la pastilla me hizo efecto y pude encontrar calma.
Me levanté lentamente del suelo y del cajón de mi ropa interior saqué mi caja de cigarros y un mechero, me asomé a la ventana y encendí uno, y otro, y otro, así hasta acabar con la caja. No solía fumar, solo en este tipo de casos, nadie lo sabía y tampoco tenía intención de que se hiciera. Quería más, necesitaba más. Me coloqué un poco de perfume y me comí un chicle de menta y fui al baño a retocarme un poco la cara.
Tenía las bolsas de los ojos hinchados y rojos, el rimel corrido y las marcas de corrector corrido por las lágrimas. Pero no me importó, porque solo me fijé en mis ojos, mis ojos que solían tener ese brillo, ese brillo que me confirmó Matías que se intensificó desde que llegué aquí, a Granada.
Ese brillo ya no estaba
Mis ojos se habían apagado cual lámpara de mesa, ahora solo eran unos orbes azules sin ningún sentimiento que expresar.
Salí de mi habitación apresurada intentando no ser vista por los chicos pero fue en vano porque las llaves se me cayeron y todos miraron en mi dirección.
—¿Vos donde vas? Es la una de la madrugada —Matías se levantó del sofá y se acercó a mi—
—Necesito comprar algo —Murmuré para que el pudiera escuchar—
—¿Que tienes que comprar a la una de la mañana? —Se cruzó de brazos esperando una respuesta—
—Cosas de mujeres —El puso una mueca de asco y asintió volviendo a su sitio en el sofá—
Salí deprisa del departamento, en ningún momento me paré a ver a ninguno de los que estaban allí pero estaba casi segura de que me estarían observando con intriga y preocupación. Bajé por el ascensor y en cuanto salí del bloque el frío hizo que me encogiera, olvidé mi abrigo.
Corrí hasta al bar donde saludé a Manuel, el dueño del bar y le pedía una cerveza mientras iba a la máquina a comprar dos cajas más de tabaco.
—¿Te importa que fume aquí? —Le pregunté al viejito y él sonrió—
—¿Una mala noche? —Asentí y él asintió—
—Esta bien cielo pero si entra alguien tendrás que salir fuera —Yo asentí de nuevo y le dediqué una pequeña sonrisa mientras me dejaba al lado de la cerveza un cenicero—
Saqué de nuevo otro cigarro y lo prendí, le di una profunda calada y luego bebí de mi cerveza, así pasaron quince minutos hasta que me acabé la cerveza. Le pagué al viejito y me despedí para volver a subir al departamento, donde todos seguían, parece que no se irán nunca.
Entré por la puerta sin decir nada ni mirar a nadie y me volví a encerrar en mi cuarto, donde me tumbé en la cama o mejor dicho me desplomé en ella y caí rendida en menos de dos minutos.
Capitulo sad, no me maten
Quiero pediros disculpas por no actualizar, realmente estuve muy mala y no podía ni salir de la cama, mil disculpas.
Espero les vaya gustando la historia, las amo <3
NO SE OLVIDEN VOTAR
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𝓣𝓻𝓾𝓮 𝓛𝓸𝓿𝓮- 𝓔𝓷𝔃𝓸 𝓥𝓸𝓰𝓻𝓲𝓷𝓬𝓲𝓬
Teen FictionCuando la atracción y el amor son verdaderos, la edad y el pasado son solo pequeños obstáculos en el recorrido. Enzo conoce a Lucía cuando ella empieza a trabajar en el rodaje de su película, y a pesar de ser la hermana de su compañero y buen amigo...