Enzo ya estaba en casa, sentí un alivio tremendo cuando el doctor entró en la habitación dándole el alta, después de dos días de que despertara. Todo era complicado, no reconocía nada de donde estaba, aunque nada más entrar por la puerta afirmó que el piso le resultaba familiar. Los chicos estaban muy distintos, desde que entraron por la puerta de la habitación del hospital con regalos para Enzo y el no les reconoció.
Flashback
—¿Quienes son? —Enzo me observó a mi—
—Son tus compañeros de trabajo y amigos —Sonreí con tristeza—
—Che como que quien somos —Habló Pipe soltando una risa irónica—
Todos me observaron a mi confundidos, con la misma mirada que le dí yo a Enzo cuando no me reconoció. Les hice una seña con los ojos de que salieran fuera y eso hicieron, mientras le decía a Enzo que ya volvía ellos dejaron todos los regalos en las sillas y en el suelo y me esperaron fuera de la habitación, en el pasillo.
—¿Qué le ocurre? —Preguntó Jota, con un tono de preocupación y tristeza muy notable—
Solté un suspiro y me preparé para decirles — Tiene amnesia selectiva, todos sus recuerdos más cercanos se han apagado, no recuerda el último año de su vida.
Mucha gente dice que la mirada es el espejo del alma, y era cierto, todos sus ojitos estaban llenos de tristeza, muchos con lágrimas rebosantes, otros con la mirada perdida y otros que expresaban negación.
—¿Ni siquiera te recordó a vos? —Me preguntó Juani con la voz rota. Negué mientras volvía a sentir mis ojos humedecerse—
Fin del flashback
Una vez le enseñé todo el piso, nos quedamos en el salón, le puse su película favorita y me preguntó que cómo lo sabía, hasta que cayó en cuenta que yo ya le conocía a la perfección. En un momento que fui a hacer unas palomitas, cuando volví al salón, Enzo ya no estaba.
—¿Enzo? —Grité un poco—
—¡Aquí! —Devolvió el grito desde una punta específica del piso—
Sabía perfectamente donde estaba, estaba parado en la puerta de mi habitación, la cual estaba cerrada con llave. Llevaba sin pisar este piso muchos días, nunca pude volver a entrar en esa habitación, asique seguía todo como estaba, como el día del accidente.
—Salí de ahi, no podes entrar —Le empujé levemente de nuevo al salón pero él hizo fuerza insistiendo en quedarse ahí—
—¿Qué hay acá? —Su tono era extremadamente curioso—
—No hay nada, es un armario, está desordenado no podes pasar —Le hablé con la voz rota— Muévete —Le ordené pero él hacía caso omiso— ¡Mueve Enzo! —Levanté mi voz, la cual salió desgarrada, junto a un par de lágrimas, él miró sorprendido y a la vez preocupado— Por favor... —Volví a hablar pero esta vez susurrando—
—Se que no es un armario Lucía —Le miré a los ojos y nuestras miradas conectaron— Se que sea lo que sea que haya ahí dentro no te gusta —Acarició mi mejilla retirando con su pulgar las lágrimas que resbalaban por ellas— Y no voy a hacer nada que a vos te haga sentir mal —Sonrió—
—Gracias... —Le abracé al instante hundiendo mi cabeza en su pecho, se sorprendió un poco pero no tardó más de dos segundos en corresponderlo—
—No se porque... Pero, aunque no te recuerde, siento una necesidad de protegerte, de hacerte sentir bien, no se como explicarlo —Susurró en mi oído en medio del abrazo—
Me separé del abrazo y le volví a mirar a los ojos con una sonrisa, me acerqué lentamente a él poniéndome de puntitas y deposité un suave beso en su mejilla. Él me lo devolvió y yo me reí feliz.
—Estas progresando rápido, eso es muy bueno —Le agarré de sus dos grandes manos— Estoy muy orgullosa de vos —El me sonrió como un nene chiquito—
Volvimos al salón, donde estábamos antes, viendo la película, aunque las palomitas que dejé en la mesa ya estaban frías nos las comimos igual. Enzo tenía un brazo por encima de mis hombros y yo estaba apoyada en su pecho, me dijo que no le incomodaba, que se sentía bien y quería hacerlo, así que sin ninguna duda lo hice. Cuando terminó la película fui a la cocina a lavar los trastes y a los pocos minutos él entró por la puerta.
—Tal vez... Puedes invitar a los chicos que vinieron a la habitación, tal vez si hacemos algo que solíamos hacer, me vengan recuerdos —Me dijo con una sonrisa— ¿Que solíamos hacer todos juntos?
—Mmm, bueno, pijamadas en la habitación de Feli y Juani, salir mucho de joda, beber en la habitación de Fran y Kuku y cenar en el bar de Manuel —Le expliqué— Decide vos que te apetece hacer —Me sequé las manos con un trapito y salí de la cocina, siendo seguida por el—
—Puede que lo de la pijamada suene bien, pero podemos hacerla aquí, no quiero moverme demasiado —Sonrió algo avergonzado, yo asentí con una sonrisa— ¡Bien! Gracias Lulu, iré a prepararme —Me quedé sorprendida ante como me llamó y él lo noto— ¿Te ocurre algo?
—Me llamaste Lulu —Sonreí abiertamente— Así me llamabas antes
Él sonrió nostálgico y abrió sus brazos para que fuera hasta él, lo abracé lo más fuerte que pude. Sentí un calorcito que encogió por completo mi corazón, volvía a estar con él, volvía a estar en casa.
Cortito pero bonito jejejeje, ya va mejor vieron? no soy taaan malaaa
Espero les guste y recuerden que las amo con todoo mi corazoncito lindas <33
NO SE OLVIDEN VOTAR <3
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𝓣𝓻𝓾𝓮 𝓛𝓸𝓿𝓮- 𝓔𝓷𝔃𝓸 𝓥𝓸𝓰𝓻𝓲𝓷𝓬𝓲𝓬
Teen FictionCuando la atracción y el amor son verdaderos, la edad y el pasado son solo pequeños obstáculos en el recorrido. Enzo conoce a Lucía cuando ella empieza a trabajar en el rodaje de su película, y a pesar de ser la hermana de su compañero y buen amigo...