26: Consejos de un amigo

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Cainán B

«Intento ayudarte, pero lo haces muy difícil. Además, están todas estas confusiones, sobre la materialización de la idea. ¿Cómo se quemó la casa? Otra pregunta sin respuesta, alrededor de Adara Kyleth, un sinfín de muertos y varios desconocidos».

—¡Deja de analizar todo, A!

Ada me observa, molesta, fuera de la cabaña, la cual al fin ya no tiene humo. Quiere culparme a mí, me odia. Aunque, en mi opinión, no tengo nada que disculparme. Tengo todo el derecho a desconfiar de ella. No importa lo mucho que me guste, hay algo raro en esta mujer. Aparte, si Adara desconfía de mí, ¿por qué yo no puedo? Ella debería disculparse por ser tan extraña.

—Te lo pondré simple, rarita. —La observo, sonriente—. No puedes estar con A, sin contarme a mí, así que deja de odiarme.

—Solo quiero largarme, no me interesa ninguno —dictamina.

—Norville no quiere y hasta tienes un siervo. —Me carcajeo—. Vamos, no inventes, debes cambiar esos pensamientos rarísimos.

—Lo solucionaré. —Se cruza de brazos—. Pero no quiero saber nada más contigo, ni siquiera con A.

—Ups —me burlo de A, río de nuevo—. ¿Por qué? ¿Por demonio? No olvides que Akil es uno. Yo fui quien te reveló la existencia de lo sobrenatural, ¿por eso vas a odiarme? No me parece justo.

—Es cierto, no es justo, pero qué casualidad que se quema la casa cuando apareces y... —Levanta los brazos—. ¡Oh, qué sorpresa! Todos mueren alrededor de ti. —Pone las manos en la cintura.

—¿Insinúas que traigo la mala suerte? —Mantengo la sonrisa—. Quizás tú eres el problema.

«B, cállate, lo empeoras», aclara A.

—¿Cómo? —Entrecierra los ojos, se ve furiosa.

«Cagamos».

Camino alrededor de Adara, ignorando a A.

—Ambos desconfiamos —expreso con una muy buena serenidad—. Ambos nos culpamos.

«Mejor, vamos bien».

Adara me sigue con la vista y gira su cuerpo cuando he dado la vuelta a medio camino de ella, así que me detengo. Nos observamos de manera intensa, espero a su contestación, antes de proseguir.

—Sí, es cierto, pero tú empezaste —responde.

«Sigue igual de sereno y calmarás las aguas», aconseja A.

Sonrío de lado.

—Nos conocimos con el pie izquierdo, Ada. —Ofrezco mi mano—. Olvidemos quién comenzó esto e iniciemos de nuevo.

Suspira, no obstante, no acepta mi gesto, solo afloja sus manos.

—Bien, lo intentaré, pero no esperes nada más de mí —aclara.

Enarco una ceja.

—¿Qué quieres decir?

Ahora es ella quien ofrece su mano.

—¿Amigos? —Me sonríe.

—Ni mierda. —Le hago un golpecito a sus dedos para que aleje ese gesto infame de mí—. No tendría sentido.

«No seas estúpido y acepta».

—Dile a A lo mismo —agrega—. Es mi última oferta.

«Tienes razón, no aceptes».

—Me rechazas porque quieres volver con tu Akil —dramatizo.

—Akil no desea saber nada conmigo. —Rueda los ojos.

—Puedes ordenárselo.

—¡Deja eso! —se queja.

Me río.

—De todas formas, no aceptamos, y sé que es por Akil —insisto.

—¡No, es porque quieres comerme! —grita, sonrojada.

Enarco una ceja.

—¿Y eso qué tiene de malo?

Bufa.

—Es inútil hablar contigo, pero ya que intentaste solucionar las cosas, tomaré tu ineptitud y fingiré que aceptaste mi oferta.

—No quiero tu oferta de amistad. —Hago puchero.

—Y yo no quiero que me arranquen un pedazo, estamos a mano.

Me río.

—Touché.

A en este capítulo fue consejero de pareja para B

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A en este capítulo fue consejero de pareja para B. Se nota que ya anda desesperado. Está esperando a que B la conquiste para que ella lo ame por completo. La tiene difícil 😂

Saludos, Vivi.

Tú y yo paranormalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora