43: Viajar al infierno

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Adara

Grito con desesperación y me siento de forma abrupta al despertar, entonces me doy cuenta de que no me encuentro en la estación de micros. ¿Qué pasó? ¿Dónde estoy? Rozo mi cuello, notando las cadenas de mi collar, bajo despacio tocando el dije. ¿Dónde había quedado esto antes? Un momento, esta no es mi ropa. Es solo un vestido blanco.

Observo el lugar con más detenimiento, hay muchas luces de neón, las paredes están recubiertas con algo que brilla, es confuso. Me levanto de la cama redonda, entonces voy hasta la puerta que tiene unas grandes vidrieras. Abro, me encuentro en un balcón, es toda una ciudad de los colores extraños de esta habitación. Hay mucho viento, mis cabellos se mueven, está muy alto.

Empiezo a recordar. Tanteo mi cabeza, luego mi pecho, no hay señal de destrucción, pero estoy bien. ¿Lo soñé o...?

—¿Estoy muerta? —murmuro para mí misma—. ¿Elerick me asesinó?

Me sobresalto cuando escucho un ruido en la habitación. Nerviosa, vuelvo allí, entonces me sorprendo al encontrarme con Rowan Maximus.

—¿Capitán?

El hombre de canas se ríe.

—En realidad, soy su paralelo.

—¿Paralelo? —Me quedo pensativa, recordando—. ¿Estoy en el infierno?

—Es correcto. —Se me aproxima, entonces retrocedo—. No temas, no te haré daño.

—¿Por qué estoy aquí?

—Yo puedo responder a eso.

Se abre de nuevo la puerta, entonces veo a una chica de cabello corto de color rubio, luego rápido la reconozco por las fotos que he visto de ella, así que me sorprendo.

—¿Lucila?

Cainán A

¿Cómo caí tan bajo? ¿Humillarme así? ¿En serio? ¡¡Maldita seas, B!! Creí que eras el más centrado en esto, tú gritaste que los sentimientos te aborrecían. ¡¿Cómo pudiste?! Estamos armando un círculo de sangre para viajar al infierno. Nada más, por una simple mujer humana. Esto es de locos y es tu culpa.

«No responderé nada sin mi abogado presente, bye».

Cambiaste adrede, me lo hiciste a propósito, te odio. Dijiste que sí, y ahora yo soy el imbécil que está trabajando en esto. Maldito, infeliz, como te atreves a desactivarte, háblame.

—¿Problemas en el paraíso? —se burla Elerick al ver mi cara de frustración—. Has vuelto a ser A, ¿no?

—Cállate y terminemos con esto.

Observo el suelo, hicimos los dibujos con mi sangre, luego, ajusto la soga en mi cuello que cuelga el corazón de Adara, rodeado por un cristal. Entonces, miro el portal amarillo, casi blanco, el cual se abre. Es tan fuerte que por poco me mata los ojos. Quizás exagero, pero siento que estoy haciendo el ridículo con esta situación.

Suspiro, cansado, entonces lo acepto:

—Supongo que no quedará de otra.

            —Supongo que no quedará de otra

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Yo: Pobrecito. 

También yo: Nah, que se aguante 😂

¿Teorías sobre Lucila? Toda teoría que digas ahora, quizás se arruine en el siguiente capítulo y te genere más preguntas 🤭

Saludos, Vivi.

Tú y yo paranormalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora