*Relato de una amiga a la que suelen presentársele una serie de sucesos inesperados.
El metro estaba repleto y era uno de los días más calurosos de marzo. Parecía como si el clima se quisiese vengar del estrés acumulado en la semana.
Mi amiga iba pegada a la ventana intentando respirar un poco del aire hirviendo que circulaba. Al llegar a Cumming ya todos tenían ganas de bajar corriendo del metro, pues los 34 grados de calor en el exterior se transformaban en 36º allí abajo: un infierno.
Pese a esta situación, ella miraba impávida por la ventana observando, como siempre, todo lo que sucedía. De pronto, una mujer se paró en el anden con una cara de enojo que no se la podía. Mi amiga se preguntó qué pasaría por la cabeza de esa mujer tan enojada. Cuando, en un dos por tres la vio enfurecida sacarse la blusa y quedar en sostén en medio de toda la gente.
Nadie lo podía creer, se miraban entre sí y miraban en shock a la mujer en ropa interior. Cuando las puertas del metro se cerraron y dejaron atrás a la mujer del andén, mi amiga miró a los pasajeros y dijo "Tenía calor la señora" ante lo que todo el vagón se desbordó en carcajadas.
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Historias de metro
Kısa HikayeEl recorrido a la universidad puede resultar simple para un Santiaguino común, sin embargo para una magallánica resulta ser un mundo de historias cada día. Esta es una recopilación de las historias que viví en mis viajes de metro...