Mein Schatz König (SAGA COD #1)

Capítulo 16 "In Nome del Padre"

Narra Luciana...

König no había medido su fuerza conmigo, había roto mis bragas sin darse cuenta, pero la excitación era tanta que no me había percatado, luego de haberme devorado viva, nos duchamos, König estaba hambriento, preparó carne asada, patatas al horno y vegetales en cantidad para la cena, lo acompañé y después fuimos a dormir.

Así eran nuestros días, tranquilos, llenos de amor, de cuidados y atención, König mientras me cogia decía que me amaba, con su voz ronca cerca de mi oído, me daba escalofríos, lo único que pensé en ese momento fue, ¿cómo no lo había conocido antes?..

Hoy había visto una faceta de König que no conocía, sus emociones lo habían sobrepasado, la noticia de su madre me había perturbado también, ella perderá poco a poco la memoria, hasta quedar en un mundo que no reconoce, cada vez que pensaba en eso me sentía triste, esa enfermedad no tiene cura, no tengo corazón para decirle eso a König aunque ya debe saberlo, pero de todas formas ¿por qué se lo diría?, ¿por qué lo haría?, ¿en qué ayudaría eso?

König había llegado a mi vida, espero que para quedarse, estaba acostumbrada a él, de una buena manera, me había acostumbrado a su voz ronca, su acento, sus ojos tristes azules, su cuerpo, su forma de hablar.

Para mí era normal no verle la cara, ya lo conocía, sabía que le gustaba el metal, y las películas de comedia con humor blanco aunque se quedara dormido apenas pasaban la intro, su cara es secundaria, sé cómo son sus ojos, sé cómo se sientes sus labios delgados contra los míos, no necesito saber más.

Dormíamos abrazados, olía a jabón después de la ducha, hacia mucho frio, así que nos abrazamos entre mantas y edredones, sentía mi nariz congelándose, ya había dormido suficiente, abrí mis ojos un momento y ya había amanecido, pero König se aferraba a mi con fuerza, me fundía con él en la cama, no quería salir de ahí.

Suena el teléfono de König...

König abrió sus ojos y se levantó de la cama haciendo hacia atrás los edredones que lo cubrían, se sentó y tomó el teléfono entre las manos.

- Hallo... - respondía König adormecido.

No podía escuchar bien quién era del otro lado, pero parecía una voz femenina.

- De acuerdo, en camino. -König había colgado el teléfono.

- ¿Quién era? - interrogaba.

- Laswell, tenemos que reunirnos ahora. - anunciaba.

König se vestía apresurado, volvía a ser el König de cuando lo conocí, armado hasta los dientes, de uniforme pesado, casco y capucha colgando hasta sus hombros, tenía su arsenal y su uniforme en el cuarto de de la alacena.

Yo me vestí lo más rápido que pude, me peiné, usé un binder para ocultar mis pechos y que no se perciba tan fácil que soy mujer, vestí el uniforme, y esta vez maquillé mis ojos al descuido con un poco de sombra negra, me coloqué una balaclava y sobre ella una máscara parecida a las de carnaval de Venezia pero solo en blanco y ovalada que había mandado a hacer días antes en el lugar que le había comentando a König, me costó caro pero al menos era blindada supuestamente.

- Te ves irreconocible. - informaba König viéndome de arriba a abajo.

- Que bueno, esa es mi intención. - mi voz sonaba distorsionada por el filtro que tenía integrada la máscara, se escuchaba grave como la de un hombre.

- ¡Maldición!, esa voz es el infierno. - bromeaba.

- No me molestes. - respondía riéndome, ni yo me creía esta voz.

Seguí a König en el camino, hasta su camioneta, manejó hasta la base donde nos estacionamos, al ingresar intentaba caminar de forma diferente para irme acostumbrando a que se supone que soy otra persona con la máscara.