Capítulo 128 "Say Yes to Heaven"

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Narra König...

Silvia y yo hicimos las pases por el bien de Luciana y los niños, luego ellas se fueron a trabajar, y me quedé todo el día con Betty y los niños.

Ahora me doy cuenta que es cierto que están un poco grandes, pueden sostenerse por sus promedios medios y elevar la frente, dentro de poco aprenderán a gatear y habrá que reformar la casa para evitar que no se hagan daño con nada.

Les hablo en mi lengua materna para que vayan aprendiendo, en canciones, números, colores, lo que sea, estos niños deberán ser poliglotas sí o sí.

El día pasó, Luciana llegó muy tarde y molida de trabajar, se dió una ducha caliente, cenó, fue a ver a los niños y luego le hice un masaje que por supuesto terminó con final feliz.

Cuando cayó dormida, recordé que debía hablar con Nikto, Luciana ya había hablado con Aria, así que tomé el teléfono y llamé.

— Coronel... — escuchaba su voz un poco fastidiada.

— Nikto, ¿Aria te habló?

— Me dijo que su esposa quiere que nuestra boda sea en su gran hacienda.

— Sí, es nuestro regalo de bodas para ustedes.

— Sí, desde un principio había dicho que no pero Aria me convenció, además creo que será bueno que viaje y conozca algo diferente a Reino Unido.

— Bien, pensé que yo también tendría que tratar de convencerte.

— Al parecer nuestras mujeres nos gobiernan.

— Tú lo has dicho... — reí.

(...)

Ya en Alemania, entramos a la Hacienda, teníamos mucho tiempo sin venir, Betty tomaba fotografías a todo el lugar y adulaba todo lo que observaba.

— ¡Pero que lugar más bonito! — exclamaba Betty.

La Hacienda ahora tenía mejoras, perros guardianes, el cercado lo había mandado a cambiar, tenía nuevos faros que iluminaban más, todo con dinero que producía la misma Hacienda.

Veia a los niños, Kieran en el regazo de Betty y Leon en el regazo de Luciana, Luciana se preocupaba porque vieran el paisaje.

— Mira el perrito Leon, míralo.  — le decía Luciana a Leon mientras le sostenía las manitos.

Ya en la casa de la Hacienda, nos recibió el personal, el capataz, Naiara, en fin, todos...

Tomé a Leon en mis brazos, Luciana tomó a Kieran, Betty se sostenía del brazo de ella para caminar, cada vez está un poco más anciana.

Todos nos recibieron con alegría, una sonrisa y comida, yo presumía a mis hijos y lo hermosa que se encontraba mi esposa incluso luego de dar a luz.

— Wilkkomen. — le decía una trabajadora a Betty, ella asentía.

— Que muchachos tan grandes, mejor hacerles caso, ¿no es cierto? — se acercaba otra a mimar y a jugar con ellos, yo me reía, tal vez ahora no, pero cuando tengan la edad suficiente la palabra de mis hijos será como la mia propia y como tal deberá ser respetada, a menos que vaya en contra de la de Luciana.

Veníamos con Aria y Nikto en el auto, los presentamos a todos, ellos fueron amables, sin prejuicios ni mierdas, me encargué de reunirme con los trabajadores para ponerlos al tanto de la boda, todos participamos en la conversación, algunas cosas las decía en alemán para que solo a mi me entendieran.

— La muchacha tiene una idea de un menú, sería bueno que empiecen a trabajar en el para tener todo listo loas pronto posible. — explicaba mientras le indicaba mediante señas a Aria que le entregara a la chef el menú que tenía en mente.

Mein Schatz König (SAGA COD #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora