"Como siempre, mi boca era más rápida que mi mente y nunca podía controlar lo que salía de mis labios"
Mi chillido me hizo tambalear y traté de agarrarme del auto donde estaba escondida, aunque fue inútil y tuve que apoyar mis manos en el suelo para no caer sobre mi trasero. Ni siquiera tuve que levantar mis ojos hacia arriba para ver quien era, porque esa voz ronca ya podía reconocerla en cualquier lugar, pero mis ojos se movieron involuntariamente a esos ojos tan extraños que me observaban siempre divertidos.
—¡¿Qué carajos estás haciendo aquí?! —le cuestioné, tratando de no levantar la voz y sin poder evitar mirar a ambos lados, aunque solo nos acompaña el silencio del estacionamiento. —¿Me estás siguiendo? ¿No tienes nada más importante que hacer? Cómo ir atrás de alguna porrista o pollera.
Quería que se molestara, aunque él parecía divertirse con mi molestia.
—No. Nada para hacer.
Él era irritante y yo no tenía paciencia. Sin embargo, di un paso hacia adelante mientras ponía mis manos en mis caderas para tratar de imponerme a él, aunque su sonrisa creció.
—¿Por qué quieres irte?
—¿Por qué te importa? —le retruque antes de alejarme para caminar entre los autos, para tratar de acercarme al gran portón y poder ver como la persona de seguridad estaba sentada comiendo al tiempo que miraba algo en la pequeña computadora.
—Puedo llevarte a donde quieras. —su susurro me hizo volver a saltar, era como un gato tan silencioso que nunca sabes cuando ellos vienen y fueron sus manos que me estabilizaron cuando mi cuerpo volvió a fallar. Un par de llaves se movieron frente a mis ojos y la tentación estaba tan cerca que me costaba negarme a esto.
Me giré para volver a ver esa sonrisa burlona y esa tranquilidad en su cuerpo que parecía estar siempre presente en él, pero no sabía si esa tranquilidad era real o aparentaba esa imagen. A diferencia de mi, que nunca podía evitar expresar cada emoción que recorría mi cuerpo, porque me dominaban mis emociones y eso ocasiona que siempre terminará en situaciones donde yo no quería.
¿Él? Me asustaba como el infierno tenerlo tan cerca y no entendía porque era el motivo, debido a que nadie me desestabiliza apenas conocerlo y en este caso me hacía perder el control, cuando en realidad siempre eran los demás que la pierden conmigo y mis palabras. Nunca era al revés.
—Tu ayuda no es gratis, ¿No es así?
Cuando su cabeza se movió en negación, quise poner mis manos en su cuello y estrangularlo, ya que él se estaba divirtiendo tanto con mi incomodidad y por un segundo pensé que su ofrecimiento era tierno al querer ayudarme, pero el trasfondo siempre estaba presente en las personas. Por supuesto, debí suponerlo, porque personas como él nunca hacen nada gratis por nadie.
Sin embargo, siempre estamos esperando que alguien haga algo de corazón por nosotros. Este no era el caso.
—Lo mantendremos en secreto.
—¡Obviamente! Tengo una reputación que quiero seguir manteniendo —me contestó rápidamente, sin dejarme procesar la información y solo alejándose de mí, mientras que lo veía caminar entre los autos. No tuve otra opción que caminar detrás suyo mientras adivinaba que tenía que seguirlo, debido a que claramente no sabe comunicarse con las personas.
Me detuve. Mi cuerpo frenó de golpe cuando él dejó de caminar, casi logrando que mi rostro chocara con su enorme espalda y me quejé en voz alta, hasta que mis ojos se desviaron al auto. Su color azul brillante me hacía mal a los ojos, con esas dos enormes franjas blancas en el capot y esos vidrios polarizados que me pedían que me lo robara.
![](https://img.wattpad.com/cover/343803869-288-k344405.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Simplemente Adoptada
RomanceSINOPSIS: Dicen que nunca hay que escuchar detrás de las puertas porque sorpresas te podés llevar. Este no es el caso de Lola, quien no tendría que haber estado escuchando la conversación que estaban teniendo sus padres al decir que ella es adoptad...