Capitulo 13: La venganza cuesta caro

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"Era él. Mi segundo plan bajo la manga era él."     


—¿Qué haces?

      Los ojos azules de Max parecían divertidos mientras me miraban, cuando él también se bajó del auto y se encogió de hombros mientras me pegaba a su cuerpo en un medio abrazo de costado.

      —Iré contigo a lo de Aaron.

      ¡Mierda!

      Me había olvidado que ese imbécil también vivía aquí y tenía que aparentar ante esos ojos tan peligrosos, que parecían siempre sospechar y dudar de mi. El hecho de que Max se encontrará aquí podría llegar a complicarme el plan, a menos que una pequeña ofensa hiciera que se alejara y me dejara sola con mis problemas.

      —Y se puede saber... ¿por qué? ¿Es que no tienes otro amigo?

      —Vete Max, déjala respirar. —el fastidio en mi voz se vio multiplicado con el comentario de Jenny y cuando busqué en su rostro algún tipo de molestia, solo pude escuchar su risa mientras caminaba hacia el enorme edificio.

      —¡Lola! —la voz de Thomas desde el auto nos hizo voltear a ambas. Claramente la intención de él nunca fue quedarse y se lo agradecía totalmente. Hasta parecía apurado para dejarnos en nuestro destino. —Tengo algo que hacer, pero mi número está en tu celular por si me necesitas... vendré apenas me llames.

      Le di una sonrisa y asentí. Ambas nos quedamos mirando el enorme edificio donde se veía como el ascensor daba hacia la calle y solo pude quedarme en mi lugar.

      —¿Aquí vive Aaron y Jasmine?

      —No tengo idea. —me respondió sujetando mi mano para obligarme a caminar, pero siguió hablando mientras nos acercabamos a Max. —Lo conozco desde hace años y nunca supe donde vivía, no sé si alguien ha venido además de Max.

      Nos dejó la puerta abierta y nos hizo pasar por el enorme vestíbulo donde un agradable hombre nos saludó muy cordialmente mientras levantaba un teléfono para llevarlo directamente a su oreja.

      —¿Qué carajos Max?

      —¿No sabías en donde vivía tu amiga, hermanita? —su pregunta burlona me molestó cuando mi puño fue a su brazo y pareció notarlo cuando se acomodó su gorra, que parecía hacer cuando algo lo incomodaba o se veía acorralado. Cuando suspiró, supe que me diría algo que no tenía que decir. —Sus padres están de viaje esta temporada y ellos se quedan aquí... Aaron me matara si sabe que estoy diciendo esto, pero a él no le gusta estar en su casa solo con su hermana cuando solo están los empleados. Sus abuelos le compraron este departamento y...

      Su silencio se hizo presente cuando las puertas del ascensor se abrieron y nos reveló una especie de pequeña sala con una puerta blanca muy antigua dándonos la bienvenida. No tuvimos que esperar o hacer algún movimiento, porque la misma puerta se abrió para revelarnos a un torso desnudo, con sus pies descalzos y un pantalón corto en color negro.

      Mis ojos siguieron moviéndose por su cuerpo hasta que llegue a su rostro pudiendo ver la confusión escrita en él, debido a que su ceño estaba fruncido y sus labios en una fina línea. Su postura reflejaba pura molestia hacia nosotros.

      —¿Hay solo un departamento por piso? —mi susurro quiso pasar desapercibida cuando Max y Aaron se saludaban, pero no lo fue para él porque sus extraños ojos se posaron en mi.

      —Exacto. —me respondió Max, dándome una sonrisa antes de moverse alrededor de su amigo para caminar por el pequeño pasillo detrás de Aaron, aunque yo seguí con mis ojos puestos en él debido a que él seguía mirándome atentamente. Él no entendía qué carajos estaba pasando y parecía no saber qué hacer.

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