Pandemic Reset Jenlisa G!P

Bitácora #×$×$: Más que amor

Miraba como Lisa estaba bastante tan lejos de mí y por más que corría no podía alcanzarla, correr quemaba, pero daba todo de mi por llegar a ella, pero mi cuerpo no pudo más.

— ¡Lisa! – Grite implorando que me oyera y se detuviera.

De repente me caí en un precipicio y del susto desperté...

Respire profundo tratando de recuperar mi aliento y con mi antebrazo seque el sudor de mi frente, odio estas pesadillas y todas empezaron cuando cambie de reloj, he revisado el mismo una y otra vez, pero no entiendo que es lo que me hace esto.

Me senté a la orilla de la cama tratando de olvidar esa terrible pesadilla y ablandar el nudo en mi garganta, miré por sobre mi hombro y vi a mi amada abrazando un almohada mientras dormía como un bebé.

Solo fue una pesadilla...es todo, me repetí para dejar la angustia y tomar mi lugar en la cama no sin antes mover un poco el flequillo de Lisa y darle un beso en la frente y mirar el techo hasta caer dormida.

[...]

— Sino me das un beso no hay —

Giré los ojos y sonreí para plantarle un largo beso, el primero de la mañana y ya que no quería darme mi café, decidí jugar un poco intensificando el beso y jugando con mi lengua en su boca.

— Gracias — Dije tomando la tasa de café que tenía al lado y riendo un poco antes de tomarle

Lisa estaba completamente roja viéndome muy avergonzada.

— Que linda... — Le dije dando un pequeño beso en su mejilla lo que ocasionó que me abrazara y se ocultara en mi pecho.

— ¿Por qué eres así? — Se quejo.

— Porque me gusta verte avergonzada, eres tierna —

Amo ver sus mejillas sonrojada cuando hago algo que no espera de mí.

— ¿Y si dejamos el desayuno para más tarde? — Insinuó metiendo su mano por debajo de mi ropa.

— Debo recordarte que tus amigos estarán aquí en unas horas —

— Seremos rápidas... —

— Tentador, pero prefiero apreciar cada centímetro de ti y eso me llevara más que unas horas —

Bese su cabeza y se separó del abrazo haciendo un tierno puchero.

— Bien... —

— Te amo —

Sonrió mientras tomaba asiento en la cocina y yo ayudaba a servir.

— ¿Tuviste pesadillas anoche? Me desperté en la madrugada y no te abrazaba a ti sino a mi almohada —

— Me eres infiel con una llamada almohada — Bromee tratando de sonar dramática.

— No me desvíes el tema —

La mire y como nunca le miento dije la verdad.

— Si amor, pero no hay nada que puedas hacer al respecto —

— Ojalá pudiera... —

Le serví su plato y le di un beso en la mejilla en cuando me acerqué.

— Haces demasiado estando a mi lado... —

Con solo conectar miradas se cuan enamorada esta de mí y cuanto yo lo estoy de ella.

— Te amo...ahora siéntate a desayunar y cuéntame que harás hoy en tu laboratorio —

Lisa no entendía un carajo de lo que yo hacía, pero por alguna razón le gustaba escucharme hablar del tema.

[...]