Pandemic Reset Jenlisa G!P

Capítulo 2: Formulación del problema

El problema era claro, el paciente cero si este no existía nada de esta mierda pasara así que mi mente estaba centrada.

Me quede en casa porque en estas fechas mamá estaba de viaje en USA y yo seguía investigando el chip que pidió...quien diría que con el mismo crearía la máquina del tiempo mi mamá era una genio...tome la palabra y ya que no fracaso y acople el controlador a un reloj inteligente para que fuese más portátil por sí debía volver días antes o adelantar, pero en este caso mi plan era el siguiente.

Buscarla, vigilarle un par de días hasta encontrar el momento indicado para deshacerme de ella, no tenía armas o una forma sutil de matarle así que un cuchillo de cocina y cloroformo era lo que me acompañaba ese día, antes de desaparecerla quiero hacerle un par de pruebas, si contrajo el virus o venía con ella.

De cualquier manera, eran temas que vería luego, desde que la encontré llevo un mes siguiéndola y planeaba hacerlo pronto ya que vi su rutina lo cual fue difícil pareciera ser que cambia de planes al momento, como ahora que termino de trabajar en el café de siempre y según lo que se debería dirigirse a la universidad por la misma ruta, pero la cambio mientras observaba su teléfono ¿paso algo?

Estaba anocheciendo, pero era bien sabido que estudiaba por las noche así que el callejón por el que iba era más oscuro de lo normal ¿era mi momento? Apreté fuerte el paño con cloroformo en la bolsa de mi suéter y antes de acercarme alguien me gano y la jalo a una intercepción más oscura.

¿Qué pasó?

No sé si ella es asintomática y ya porta el virus, no he hecho las pruebas necesarias así que si ese idiota llega a contagiarse al matarla aquí puede que sea el inicio de esta pesadilla.

— No me haga nada por favor... —

— Te avise... —

El hombre que no podía identificar la tomaba del cuello y comenzó a elevar su falda con claras intenciones de violarla.

Respire hondo y tome fuerte el cuchillo para tratar de alejarla al hombre, pero solo recibió una herida al costado y huyo.

— Mierda... — Dije para mí misma porque se me escapo.

— Gracias... — Dijo temblorosa y en un gran llanto aferrándose a mí.

Termine empujándolo antes que me contaminara con sus lágrimas.

Siempre pensé que paciente cero había sido alguien sin preocupaciones y que no le importaba el resto de personas y por eso se expandió tan rápido, pero viéndola tan rota en este momento me hace pensar que tal vez es más frágil de lo que pensé.

— No me toques —

— Lo siento...muchas gracias — Dijo aun entre el temblor y secándose sus lágrimas mientras miraba mi cuchillo. — ¿Ibas a asaltarme? —

Pues parecía que sí, pero las cosas no son así... son peores, pero me aprovecharía de esto.

— ¿Tienes a dónde ir? — Confundida guardo silencio y luego negó por alguna razón, aunque tenga su apartamento. — Te ayudare —

Y eso es lo más hipócrita que pude decir al contrario de mis intenciones.

— Gracias — Dijo de nuevo con una gentil sonrisa que hasta daba pena pensar en lo que seguía.

[...]

— Disculpa, pero olvidé preguntarte... ¿cómo te llamas? —

Quería ganarme un poco su confianza para que accediera a bajar al laboratorio o al menos hacer una prueba de sangre.