Capítulo 7: Muestra

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Se me erizaba de la piel de solo recordar la chispa que sentí al mirarnos...esa castaña tiene algo que me atrae como un imán, nunca tuve problemas con mi gusto a hacía las mujeres, hace muchos años antes que mamá enfermara estaba enamorada de la prima de un amigo del rancho cercano, era una chica de cuidad muy dulce y con ganas de aprender de la vida en el campo y vi mi oportunidad, supongo que mi tipo son las chicas de cuidad, es una lástima que luego perdimos contacto ya que estaba más preocupada en ayudar a papá cuando mamá enfermo.

Extraño mucho a mi madre, pero a ella no le gustaría verme triste.

Era temprano por la mañana y debía ir al trabajo, paso una semana desde que vi a esa castaña y algo en mi pide verla de nuevo, pero ni por cerca llegué a verla, creo que solo fue de esos clientes pasajeros.

[...]

— ¿Ya acabaste? —

— Si solo debo ir a mi apartamento a cambiarme —

— Suerte en tu cita y si es un idiota me avisas y te ayudo —

— Por supuesto —

Había aceptado la cita con Yunho, no perdía nada con intentarlo además que tenga interés en mi me llama la atención, me gusta ser cortejada es mi estándar.

Me fui a casa para tomar un baño y cambiarme para la ocasión, aunque dijo que sería una cita sencilla así que un estilo cómodo me pareció buena idea.

— Enseguida voy —

Había escuchado el toque de la puerta, tomé mis cosas y fui a ver.

— Hola... ¿y esto? —

— Son para ti —

Un hermoso ramo de flores de flores azules, también iba muy bien vestido, de traje y eso me hizo sentir un poco fuera de lugar con lo que yo llevaba puesto.

— Son hermosas...gracias —

— No son más hermosas que tú —

Sonreí por el cumplido y las llevé a la cocina para ponerlas en agua y luego volver con Yunho.

— Tal vez debería cambiarme —

— ¿Por qué? Estas hermosa —

— Creo que no voy acorde al lugar —

— Realmente eso no interesa, pero si gustas podemos ir a una tienda y te comprare lo que quieras —

— No es necesario que gastes en eso yo solo —

— No es molestia, vamos —

Me sonrió suave y estiro su mano para irnos, le está poniendo mucho esmero.

[...]

Fue todo un caballero, realmente me sentí cómoda y halagada en toda la cita, fuimos a un restaurante y luego a caminar para hablar un poco más tranquilos.

— Así que no eres de Seúl —

— ¿Se nota? —

— Tienes mucho acento —

— Ya veo, aunque para mi tú tienes mucho acento —

— Así es como se habla en la ciudad, deberías adaptarte para que no tengas problemas —

— ¿Problemas? —

— Si, hablando así es probable que piensen que eres una pueblerina y te tratarán mal —

Si vengo de un pueblo...

— Pero soy así —

— Pero podrías ser mejor, ese acento no es lindo —

Pandemic Reset Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora