Introducción

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Hola
Soy un gatito y tengo una semana de nacido, vivo con mi madre y mis 4 hermanos y hermanas. Mi madre es color blanco y tiene unos hermosos ojos azules, mis hermanos son de varios colores: negro, gris, blanco, anaranjado.
Yo no se como soy físicamente, nunca me he visto y no quiero hacerlo, ya que toda mi familia tiene una apariencia muy bonita y yo siento que no soy igual a ellos, creó que soy la oveja negra de la familia. Mis hermanos me tratan de manera diferente, siempre me dejan atrás y me ignoran, mi madre es la única que me hace caso de la familia y me trata con amor.
Vivimos con un par de casados, la muchacha es alta con cabello castaño, ojos de color café, delgada y a simple vista parece una muchacha de 19 años cuando en realidad tiene 22, su nombre es Rubí. El muchacho es alto, cabello color negro, ojos color café, un poco gordito, tiene unos cuantos pelitos como barba y bigote, tiene 24 años, su nombre es Scott.
Ambos tratan muy bien a mi familia y a mi, en mi poco tiempo de vida me he dado cuenta que son unas personas muy amables y amorosos.

Va un mes desde que nací. Hoy nuestros dueños no se encuentran en casa y nuestra madre esta dormida en el cuarto de Rubí y Scott. Hoy a mis hermanos y a mi nos empezaron a crecer nuestras garritas y decidimos jugar con ellas, así que empezamos a rasguñar todo a nuestro paso, cortinas sillones, ropa, papeles, etc., en un par de minutos toda la casa se convirtió en un desastre, fue muy divertido pero la diversión acabó cuando nuestros dueños llegaron, quedaron muy sorprendidos al ver tanto desorden, tanto que sus caras se pusieron rojas, casi les salía humo por las orejas, vieron todos los rasguños que hicimos a las cortinas y todas las hojas hechas pedazos regadas por todo el piso, no se porque pero empezaron a gritarnos

-¡Pero que hicieron! ¡Tienen idea de lo que acaban de hacer! ¡Son unos desastrosos¡ -gritaba Scott mientras Rubí trataba de calmarlo, nos dio miedo así que nos juntamos todos haciendo una bolita.

Después de tantos regaños por parte de nuestros dueños, ellos se fueron a hablar más tranquilamente a su habitación, nuestra madre nos empezó a decir que jamás lo volviéramos a hacer, que Scott y Rubí se veían muy enojados, no sorprendidos y felices por el desastre.
Nos sentimos culpables, así que vamos a la habitación pero escuchamos un par de voces y preferimos quedarnos en la puerta a escuchar.

-Se que quieres mucho a esos gatitos, pero creó que ya es hora -dice Scott un tanto triste.

-Ellos no podrán, me niego a dejarlos -dice Rubí en un hilo de voz.

-Tu bien sabes que no podemos cuidar de 5 gatos, es demasiado gasto y batallaremos bastante para enseñarles el no destruir la casa. Creeme que estarán mejor si los dejamos ir.

Rubí se queda en silencio unos segundos -Creó que tienes razón, será lo mejor para ellos -Empieza a llorar.

-Ellos estarán bien. Mañana temprano los pondremos en adopción.

N/A
Esta es mi primera historia así que si tengo muchos errores por favor perdonenme.

A través de los ojos de un gatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora