A través de los ojos de un gato

Capítulo 8

Abro mis ojos, mi vista es muy borrosa, no puedo ver nada, pero puedo escuchar la voz de Lily.

-Gracias a Dios que has despertado -dice Lily entre sollozos.

Pasan un par de segundos y puedo ver claramente la cara de Lily, tiene varios rasguños y moretones en la cara, en su cuello y en sus brazos. Tambien puedo ver a una muchacha con una bata blanca puesta, moviéndose de un lado a otro.
No se exactamente donde estoy, pero la habitación es color blanco, hay varios cuadros con imágenes de animales, puedo ver varios utensilios que usan los doctores.

-Me tenías muy preocupada -Lily esta llorando pero de felicidad por verme despierto.

Quiero levantarme pero no puedo, siento un dolor intenso en el estomago.

-La veterinaria dijo que cuando te enterraron la navaja en tu estómago no fue tan profunda, pero que puede complicarte mucho tu manera de vivir -veo como varias lágrimas recorren sus mejillas -pero descuida estaré aqui para ti.

Entra en la habitación un muchacho de cabello negro, ojos rasgados y de color café, alto y delgado. Tiene su brazo izquierdo vendado, y tiene muchos moretones y cortes por toda la cara. Lily al verlo lo abraza.

-Muchas gracias por haberme salvado -lo abraza con fuerza.

-Me duele -dijo el muchacho, este muchacho me cae bien.

-Lo siento mucho, en verdad estoy agradecida, me salvaste a mi y a mi gato -vuelve a llorar de felicidad y baja su mirada -no se que hubiera pasado si no hubieras llegado, yo hubiera...

-Shh, no pienses en eso -toma de la barbilla a Lily y hace que lo vea a los ojos -lo importante es que estés bien, y descuida, me da mucha felicidad el haberte salvado -sonríe de una manera honesta -también deberías agradecerle a tu pequeño héroe, sin el yo no hubiera llegado a tiempo, el es muy valiente, se le lanzó a ese tipo en la cara -me voltea a ver a mi -eres digno de admirar pequeño gatito.

-Su nombre es Bills y si, el es mi pequeño héroe -voltea a verme y sonríe.

-Es mejor que me vaya, es tarde y estoy muy cansado -bosteza.

-Pero que pasará con tu brazo vendado, y todos tus rasguños y moretones -pregunta Lily preocupada.

-No te preocupes, estas heridas no son tan fuertes, puedo con ellas. Y ya me cosieron el corte del brazo, así que puedo irme sin preocupaciones -muestra su brazo cocido a Lily, ella sólo voltea a verme.

-No eres el único al que cosieron -toca suavemente mi herida, duele cuando la toca pero no mucho.

-Me voy, adiós -dice el muchacho despidiéndose.

-Adiós, y de nuevo gracias -Lily sonríe.

Después de varias horas de análisis y todas esas cosas que hacen los veterinarios, nos fuimos a la casa.

-Bienvenido a casa -Lily me tiene en sus brazos, me hubiera dolido mucho si me hubiera venido caminando hasta la casa.

Voy hacia la habitación, me subo a un mueble donde hay un espejo grande. Quiero ver como quedó mi herida después de que la cosieron, esta será la primera vez que me veo en el espejo, tengo muchos nervios.
Camino lentamente hacia el espejo, me paro frente a el y comienzo a examinarme.
Soy color blanco, tengo una gran mancha en la espalda color negra, mis ojos están muy raros pues uno es de color azul y el otro es color verde, también tengo una mancha color negra en la punta de la cola. Mi herida se encuentra a la mitad de mi estómago.

-Veo que ya viste tu cicatriz -dice Lily que acaba de entrar al cuarto.

-Miau (¿Tendre este herida por siempre?) -maullo, se que no entiende mi idioma pero entiende lo que le quiero decir, es algo que no puedo explicar tan fácilmente.

-Esa cicatriz puedo borrarla, pero tendremos que probar muchas cosas -dice Lily buscando entre la pequeña caja de boquitín -muchas gracias por salvarme -juega con mis orejas.

-Miau (No soy el único que te salvo) -maullo y ella entiende lo que dije.

Su mirada se pierde, esta pensando en aquel muchacho que la salvo.

-No le pregunte su nombre -dice haciendo un puchero.

Ese muchacho le gusto a Lily, y la entiendo, el muchacho le salvo la vida. Esperó y algún día vuelvan a verse.

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