Capítulo 10

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La semana se ha pasado muy rápido, y más con tanto trabajo que ha tenido Lily, me preocupa mucho esta chica pues hay veces en que su nariz empieza a sangrar de tanto trabajo que tiene, no tiene mucho tiempo para descansar, pero a pesar de sentirse muy mal sigue adelante, es una de las cosas que realmente admiró de ella.
El día de hoy Lily tiene su cita con Rodrigo en la feria, yo me quedaré en casa durmiendo.
Lily se esta arreglando en su cuarto, tengo prohibido entrar hasta que ella salga. Después de varias horas puedo escuchar el abrir de una puerta, yo estoy acostado en el sillón.

-Y bien, ¿cómo me veo? -pregunta Lily, abro los ojos y la veo, realmente esta preciosa.

Lleva puesto un vestido azul con unas cuantas flores blancas que le llega un poco más arriba de la rodilla, un suéter color blanco que le cubre su espalda y brazos, unos botines color café con un tacón que apenas logra notarse, su cabello esta amarrado en una coleta, tiene puesto un par de aretes, un collar de búho y una pulsera plateada, no esta tan maquillada lo que la hace ver mucho mejor, lleva una pequeña bolsa color negra.

-Miau (Que bonita te vez) -maullo, y abro los ojos y boca como platos, enserio que se ve genial.

-Muchas gracias -camina hacia mi y me acaricia el cuello, adoro cuando hace eso -tu te quedarás en casa, quiero que te portes bien y que no hagas algún desastre ¿de acuerdo?

Lily ve el reloj y se percata de que ya son las 4:45, así que revisa que este todo bien, que ella se vea bonita, que no se le olvide llevar nada, que haya cerrado las ventanas y todo lugar por donde yo pueda salir.

-Bueno, tengo que irme -me manda un beso y antes de cerrar la puerta me dice -te portas bien, adiós. Deseame suerte -cierra la puerta y se marcha.

Narra Lily
Me dirijo hacia la cafetería donde fui la vez pasada con Rodrigo... Rodrigo, el sólo pensar en el hace que se forme una gran sonrisa en mi rostro.
Por fin llegó a la cafetería, Rodrigo aún no ha llegado, así que me siento en una de las sillas que están fuera de la cafetería, pasan algunos minutos y puedo ver a Rodrigo corriendo a donde estoy.

-Lo siento, ¿llegue tarde? -Rodrigo esta agitado de tanto correr.

-No, yo también acabó de llegar -me levanto de la silla para quedar frente a frente con Rodrigo.

-¿Nos vamos?

-Si, claro.

En nuestro camino a la feria platicamos y hacemos unas cuantas bromas, es muy divertido el estar con él.
Hemos llegado a la feria, esta se encuentra en el muelle, es muy grande y esta llena de gente. Lo primero que hacemos al llegar es ir a los juegos fuertes como la montaña rusa y todos esos juegos que con solo verlos tiemblas.
Al terminar, Rodrigo nota que aún sigo aterrada por los juegos, enserio me dan miedo esas cosas.

-¿Quieres ir a jugar en los puestos? -me pregunta Rodrigo.

-Si, por supuesto -dije sonriente, pues sabía que esto me iba a tranquilizar un poco.

Jugamos en todos los puestos, esto realmente era divertido y más al lado de Rodrigo.

-¿Quieres algo de comer? -pregunta Rodrigo.

-Si por favor, me estoy muriendo de hambre -dije tocando mi barriga.

-¿Qué te parece si compramos unos hotdogs?

-Que rico, vamos rápido.

Fuimos lo más rápido posible al puesto de hotdogs, para nuestra suerte la fila no era muy larga. Me dieron ganas de ir al baño.

-Ahorita regreso, no me tardó -le dije a Rodrigo, el sólo asintió.

Fui a los baños portátiles, están algo solitarios, hice lo que tenía que hacer y salí, me encontré con dos muchachos más grandes que yo como por 4 años.

-Hola lindura, ¿que haces por aquí tan solita? -me dijo uno de los muchachos con una cara de pervertido.

-Nada que te interese -le respondí con un tono de repugnancia, enserio me desagradan los tipos que se creen todo cuando no son nada.

-No puedes responderme de esa manera -me jaló del brazo y me acercó de una manera peligrosa hacia él.

-¡Sueltame! -le di una gran bofetada, el volteo a verme, eso le molesto y mucho.

-Agarrala -ambos me sujetaron, el muchacho al que le di la cachetada empezó a besarme de una manera salvaje, el otro sólo sostenía mis brazos para que no pudiera escapar.

-¡AYUDA! -grito pero nadie puede escucharme, comienzo a llorar, no quiero imaginarme que es lo que me harán.

-¡¿Qué esta pasando aquí?! -puedo escuchar la voz de Rodrigo, vino por mi.

-Nada que te interese chinito -el muchacho que me estaba besando responde.

-¿Estas bien Lily? -pregunta y me mira a los ojos.

-Ayudame -susurro estas palabras pero Rodrigo alcanza a escucharme así que empieza a pelear con ambos muchachos.

Aunque hayan sido dos contra uno Rodrigo ganó, con algunos moretes y el labio roto. Al dejar a ambos tipos en el piso va conmigo y empieza a revisar si no tengo algún golpe.

-¿Estas bien? -pregunta muy preocupado.

-Yo estoy bien, ¿pero tu? -le pregunto molesta, como puede preocuparse por mi cuando el esta en ese estado -Es mejor que vayamos a mi casa para curar todos esos golpes.

Nos dirigimos a mi casa, en cuanto llegamos hago que Rodrigo se siente en el sillón y voy rápidamente por el botiquín. Empiezo a limpiar su boca que esta llena de sangre.

-Gracias por salvarme -le dije limpiando su labio con una toallita.

-No hay problema, gracias por hacer esto -me mira a los ojos.

-Descuida, es lo menos que puedo hacer por mi héroe -sonrio.

-¿Héroe?

-Si, apareces cuando lo necesito.

Nos miramos fijamente y nuestros rostros empiezan a juntarse, estamos a punto de besarnos pero recuerdo que lo acabó de conocer y aún no se puede porque no somos nada. Me volteo y evitó ese beso, estoy sonrojada.

-L... Lo siento... yo -dije tartamudeando, no se que hacer.

-Lo siento, es mejor que me vaya -se levantó del sillón y se fue directo a la puerta.

-¡Espera! -no se de donde saque el valor para levantarme y darle un beso en los labios a Rodrigo, el corresponde a mi beso lo cual me hace muy feliz, el beso es algo intenso pero se va convirtiendo en uno lindo y suave. Nos separamos por falta de aire.

-Se que es algo pronto pero, ¿te gustaría ser mi novia? -me mira directamente a los ojos, los cuales brillan como diamante.

-Si, me encantaría ser tu novia -volvemos a besarnos dulcemente. Después de todo eso Rodrigo va a su casa y me dice que me llamará después para organizar otra cita.

Narra Bills
No puedo creer lo que acabó de ver, Lily y Rodrigo besándose, es algo pronto a mi parecer pero me alegra que estén juntos, ellos en cuanto cruzaron miradas sintieron algo uno por el otro. Estoy muy feliz por ellos y más por Lily porque puedo verla sonreír como una loca de nuevo.

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A través de los ojos de un gatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora