Capítulo 9

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Ya ha pasado una semana desde aquel día en que asaltaron a Lily.
Hoy vamos al veterinario para ver como estoy con mi corte en el estómago, ya no se nota tanto como antes y todo gracias a todas las cosas que me puso Lily.
Hemos llegado al veterinario, y nos recibe Claudia, la veterinaria que me cosió la herida, aún puedo reconocer su rostro después de varios días.

-Hola, buenas tardes -hace una pausa, se le ha olvidado el nombre de la veterinaria pero luego de tanto pensar logra recordarlo -Claudia, he venido para hacerle unos análisis a Bills.

-Por supuesto, -voltea a verme -¿cómo has estado pequeño Bills, aún te duele? -habla como si enserio yo le fuera a contestar.

Lily me carga y me llevan a una habitación para iniciar con los análisis. Claudia empieza a examinarme, yo no me quejó porque se que Lily se molestaría conmigo y además quiero saber si ya puedo llevar una vida normal.

-Así me gusta, sin quejas -dice Claudia aún examinándome -lo llevaré a inspeccionar mejor, sigueme Lily.

Me lleva a un cuarto donde puedo ver varias máquinas extrañas y terroríficas, se que son para los análisis pero a mi parecer se ven muy terroríficas, quiero escapar pero veo a Lily y mejor me quedo quieto.
Después de varios minutos de revisión Claudia decide hablar.

-Pues yo lo veo todo en orden, tu gato enserio es muy resistente, lo has cuidado muy bien. Sólo lo inyectaré para que ya no sienta dolor alguno -saca una aguja, no esta ni tan grande ni tan pequeña pero me da miedo, trató de escapar pero antes de que salga, Claudia ya me ha atrapado. La inyección no dolió mucho pero no quisiera que me inyecten otra vez -Listo, ahora podrá llevar una vida normal -esta noticia me alegra porque no podía hacer muchas cosas con este cicatriz en el estómago, no llevaba una vida de un gato normal. Claudia saca una galletita de un bote y me la da -Aquí tienes, te portaste muy bien hoy.

-¿Entonces ya no tengo nada porque preocuparme? -pregunta Lily.

-Claro que no, ya no tienes que estar detrás de el preocupándote por lo que pueda hacer -responde Claudia.

Que bueno que Lily ya no tenga que estarme cuidando, no es que ella sea un estorbo ni mucho menos, sino que por mi culpa ella faltó a sus trabajos para estar cuidando de mi, sólo realizaba trabajos en donde yo podría ir o dentro de la casa para mantenerme vigilado.
Salimos de la veterinaria, ahora si puedo caminar sin que Lily me este cargando.

Vamos directo a la casa cuando de pronto...
Vemos al muchacho que salvo a Lily en el asalto. El nos ha visto, así que corre hacia nosotros para saludar, Lily hace lo mismo.

-Hola, que gusto volverte a encontrar -dice Lily muy sonriente.

-Lo mismo digo -dice el muchacho también muy feliz -pero, ¿que hacen por aquí? -pregunta dirigiéndose a Lily.

-Vine a la veterinaria para hacerle unos análisis a Bills -contesta Lily, voltea a verme de reojo.

-Espero que ya estés mejor amiguito -se agacha y empieza a jugar con mis patas, yo solo lo veo, se levanta y vuelve a hablar con Lily -Para celebrar nuestro encuentro ¿Qué te parece ir a tomar una taza de café? -pregunta felizmente.

-Si, por supuesto, gracias -una hermosa sonrisa se forma en los labios de Lily, el muchacho sólo la ve encantado, hay onda aquí y eso se puede notar a kilómetros de distancia.

-No te he dicho mi nombre, ¿cierto? -Lily niega -mi nombre es Rodrigo, ¿cuál es tu nombre?

-Lily, mucho gusto en conocerlo señor Rodrigo -dice Lily con un tono burlón y extendiendo su brazo para estrechar manos.

-Mucho gusto señorita Lily -Rodrigo también lo dice de manera burlona y estrecha la mano de Lily -¿que le parece si vamos por ese café?

-Me parece una muy buena idea -contesta Lily sonriente.

Ambos se van, se han olvidado de mi existencia, pero no me afecta mucho, es más me alegra ver a Lily tan contenta y se como llegar a casa así que por mi no hay problema.

Voy camino a casa cuando me encuentro con Kitty, comenzamos a charlar y después de unos minutos vamos a ya saben que.
Este es el mejor día de mi vida.

Han pasado muy rápido las horas, me dirijo a mi casa. La ventana de la cocina esta abierta así que entro sin dificultad.
No hay nadie en casa así que decido ir a dormir al sillón.
Una media hora después entra Lily muy contenta casi gritando.
Llega y me abraza, yo estoy medio dormido y no me gusta que me molesten cuando estoy así.

-Miau (Sueltame) -maullo molesto y Lily me suelta dejándome sentado en el sillón.

-Perdón pero estoy muy feliz -eso ya lo he notado -es que hablamos y hablamos por horas, enserio que es un encanto -se acuesta en el suelo, agarra una almohada del sillón, se la pone en la cara y empieza a patalear y a gritar de lo contenta que esta, en momentos como este me preguntó con que clase de loca estoy viviendo.

Sonó un timbre, es el celular de Lily, ella se quita la almohada de la cara y toma su celular, una enorme sonrisa se forma cuando ve la pantalla del teléfono, contesta muy feliz.

-Hola Rodrigo.

-Hola Lily, oye me preguntaba si querias ir conmigo a la feria este fin de semana -alcanzó a escuchar perfectamente lo que dice Rodrigo.

-Claro que si, ¿a que hora y en donde te veo?

-A las 5 de la tarde, frente a la cafetería donde fuimos hoy.

-Muy bien, entonces te veo este fin de semana. Adiós -Lily enserio se ve emocionada.

-Adiós, nos vemos -cuelga el teléfono.

Lily vuelve a colocar la almohada en su cara para gritar y patalear de lo emocionada que esta, enserio que esta chica esta loca.

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Gracias a mis lectores. Por fin ya estoy de vacaciones y podre subir cap diarioa, así que no se pierdan ningún capítulo.

A través de los ojos de un gatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora