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La delegación se quedó con Charlie, viendo a la princesa fijamente. Cómo si estuvieran esperando a que ella les dijera que es lo que había pasado, y aunque vienen del cielo.

Es imposible no tener curiosidad por las cosas que ocurren frente a sus narices.

— Princesa ¿Ocurrió algo con el soberano?

— Princesa ¿Él en verdad es el alfa de Luzbel...digo, Lucifer?

Las preguntas y el tema se desviaron ante el pequeño y diminuto escándalo que hizo el gerente de su hotel, quién también es algo así como su padrastro ahora. ¿Será que debe decirle papá?

Sonrió, no quiere pensar en esos detalles justo ahora.

— Mi padre se encuentra bien, Alastor solo fue a revisar si necesita algo. — cerró los ojos con una sonrisa incómoda.

'Ya no pregunten, se los pido. No quiero ser grosera.'

Y gracias al cielo que no hicieron más preguntas referente a lo anterior, las pláticas, preguntas y entre otras cosas. Todo terminó en buenos términos, y vaya que Charlie estaba tan agradecida con eso. ¡No sabría qué decir si hubieran insistido con lo de su padre!

Ahora que lo piensa... Ese encapuchado tenía un aroma familiar. ¿Dónde lo habrá olido?

— Princesa. — uno de los ángeles delegados dió un paso al frente — Hemos traído a alguien.

La rubia alzó una ceja.

— ¿De quién se trata? — De repente, quiso ponerse a la defensiva.

Algunos ángeles miraron con extrañeza ese comportamiento en ella, ya que en lo que llevan bajo su techo, ella les ha dado una buena impresión.

El mismo ángel que habló antes sonrió.

— Bueno, ella...

— ¿Ella? — a Charlie le dió un mal presentimiento.

El ángel asintió.

— Su madre.

[ 📻 • • • 📻 ]

"¿Dónde estás, Lucifer?"

Sus sombras estaban por todo el pasillo, techo, paredes e incluso dentro de las habitaciones de esa zona. El aroma a manzanas y rosas del Omega infernal se perdió para este punto, no hay ni un solo rastro más. Su alfa, su instinto y él mismo está desesperado, como si le hubieran quitado lo que es suyo.

Su sombra muestra su verdadera furia, viéndose el doble de aterrador de lo que es.

— ¿Dónde estás, Luci? — Jadeó cuando un segundo aroma a playa era cubierto por el de Lucifer.

Intentó descifrar a quién pertenecía ese aroma. Pero no se le viene nadie a la cabeza que pueda oler de esa forma en particular. Lo que le molesta en estos momentos es qué, el de la capucha haya seguido al rey, su rey, y que ahora no encuentra rastros del soberano.

¿¡Será que Lucifer fue secuestrado por el de la capucha!?

¡Ja! Eso es imposible. ¿Por qué? ¡Vamos, es Lucifer de quién hablamos! El puto amo del infierno, para secuestrarlo debe ser alguien fuerte, muy fuerte para poder llevárselo a alguna parte... Él único que podría doblegarlo sería Miguel, pero ese se mantiene al margen con respecto a su antiguo compañero.

— ¡Alastor!

Un escalofrío recorrió su espalda cuando vio a Charlie ir hacia él con esa expresión en su rostro.

De inmediato supo que se trataba de Lucifer, de su Luci.

— ¿Qué sucede? ¿Encontraste a Luci?

Él extendió sus manos para que ella pudiera recuperar el aliento, y también para que no cayera.

Conquistaré a Lucifer. [Radioapple]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora