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Lucifer no recuerda la última vez que tuvo un orgasmo como Dios manda, y cuando dicen "como Dios manda" se refiere a la auto satisfacción provocada por sus manos. Ah~, sí... Ya pasó mucho tiempo desde la última vez en la que tuvo orgasmos solo por masturbarse...

— Alastor~... — gimió contra la almohada cuando sintió la lengua del Overlord de la radio entrar en su canal.

El demonio de traje rojo simplemente juega con su rey, sus jadeos y gemidos contenidos son adorables y malditamente sexys. Sus manos sostienen las piernas del rubio, mientras que sus tentáculos alzan con cuidado las caderas del rey.

Su lengua hace el trabajo que su amigo no puede hacer, iba hasta lo más profundo, lamiendo y moviéndose dentro como si bailará un tango.

— Ummf... — lo escuchó gemir de nuevo, con sus manos ahora libres acarició las suaves y blancas nalgas del rey.

Sus dientes pican por clavarse en esa tierna y tersa piel, su garganta tiene sed por probar la sangre de su majestad. Él incluso podía sentir cómo ardía como fuego cada vez que la saliva bajaba por su garganta, ahora mismo se sentía como un borracho desesperado por probar alcohol... Sin importar si es tan solo una gota.

"Su piel me quema."

Aspiró el aroma de su dulce, peligroso e ingobernable rey.

— Mi señor, usted es exquisito.

Dejaba leves mordidas por sus piernas, sin tanta fuerza para no sacar sangre... Pero sí con intenciones de morder y hacer que brote ese delicioso líquido.

Lucifer gemía en voz baja, no podía prestar atención al otro debido al placer que sentía. No podía ver qué trataba de hacer o no hacer el alfa pelirrojo, solo sentía un enorme calor golpear su cuerpo por cada mordisco que subía por sus piernas.

— Alastor... ¿Y-ya no tocaras ahí? — alzó la cabeza, dejando a la vista su rostro sonrojado cubierto de lágrimas.

El mencionado miró a su rey con ojos predadores, oscuros y sedientos. Deseosos y sedientos, su instinto más primitivo está a cargo, pero aún cuando es así trata de no lastimar al ser embarazado que tiene en sus manos... o en tentáculos en este caso.

Suspiró contra su trasero para luego volver a introducir la lengua, los jugos lubricantes tenían un sabor raro pero no feo; no es asqueroso... Afrodisíacos, esa es la forma correcta de decirlo.

— ¿Así majestad? — hablaba mientras mordía una de las blancas nalgas del rey — ¿De verdad está bien con esto?

Lucifer asintió volteando los ojos, su rostro se veía como los de las revistas que Nifty le enseñó hace un par de días, se sentía tan caliente, tan bien, tan a punto de explotar que ya no podía ni siquiera articular palabras.

Santo padre, bendito el día en que Adán y Eva cogieron.

Se rió por lo bajo al recordar que Adán ya está muerto.

Su mano izquierda buscó la cabeza de su alfa y la jaló hacia arriba, buscando un beso, maldita sea; cuando sus bocas hicieron colisión ambos pudieron jurar sentir una extraña sensación de estar completos...

— Follame. — ordenó con el ceño fruncido.

Alastor simulaba pequeñas embestidas con sus dedos para mantener el ritmo sexual de su rey - aún si sus pantalones son solo un estorbo y prisión para su pene -, la orden de su majestad lo hizo estremecer.

¡Por el infierno! De verdad quiere follarlo, quiere romperlo...

... Pero su rey no está solo en ese cuerpo ahora.

Conquistaré a Lucifer. [Radioapple]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora