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Los sonidos húmedos llenaban la habitación del soberano, no hubo cuidado en callar los gemidos que salían de su boca, tampoco se molestó en taparse los labios para que nadie los escuche (cosa de la que Alastor se encargó), y no debe preocuparse por ello ya que su excelente recién nombrado alfa, creó un campo insonorizado con sus sombras.

El cuerpo desnudo de su majestad yacía en el centro de la cama, retorciéndose en ella cada vez que uno de los tentáculos del Overlord acarician sus pezones. Alastor comenzó a preparar la entrada de su rey, y aunque no tenga ni idea de lo que va a hacer debe improvisar para no parecer inexperto.

— A-al... — gimió, queriendo morder algo cuando un dedo entró en su dilatada entrada — Mmm~... — soltó un gemido entre lastimero y excitado.

"Es virgen."

Alastor sonrió a sus adentros - y por fuera también -, su plan salió a la perfección. Será la primera vez de su presa, y si lo marca en el acto, serán uno por el resto de sus vidas en el infierno. Humedece sus labios cuando ve al rey con esas pintas, sus cuernos salieron a flote y sus ojos se volvieron rojos con las irises doradas; inclusive la cola de su majestad se enrollaba en su pierna.

Lucifer jadeaba tanto que su garganta comenzó a doler, por lo seca que estaba.

— ¿Duele, querido mío?

Lo vio negar con lágrimas en los ojos, su rostro enrojecido y su miembro ya erecto, y sus curvas... Dios sin duda le dio las mejores que pueda existir en el puto infierno, sus manos encajan a la perfección en ellas; casi como si hubieran sido echas para sus manos. La piel lechosa del mismo lucifer se ve tan tierna y pura, como si nunca nadie la hubiese tocado de una forma perversa.

"Eso quiere decir que Lilith mordía la almohada."

Un segundo dedo entró y comenzó a simular pequeñas y lentas embestidas en el apretado trasero del soberano. Entraba y salía en un vaivén lento, pero placentero para el Omega en cuestión, nunca se había tocado de esa forma.

— A-al... — Jadeó cuando levantó las caderas y los dedos del alfa se separaron un poco, casi pareciendo unas tijeras — Mmm~ ... — se mordía el labio cuando sintió una corriente recorría su cuerpo.

— ¿Lo disfrutas, tesoro mío? — susurró, sin la estática en su voz, observó con sus propios ojos como el miembro del rey se sacudió en el momento en el que habló — ¿Oh? Parece que tenemos un pequeño pervertido aquí.

Lucifer cerró los ojos cuando otra sacudida llegó por su espina dorsal, Alastor metió un tercer dedo y las embestidas de estos se volvieron un poco más fuertes y veloces.

— U-uh... ah... Al... Alastor... Mmm~...

El mencionado, ahogó un gruñido cuando el trasero del Omega abrazaron sus dedos, su pantalón comenzó a sentirse incómodo. Está es la primera vez que reacciona de esa forma, su miembro pide atención o quizás... Solo pide estar en esa caliente, húmeda y apretada entrada que tiene el gran soberano del infierno.

¡Maldito pecado! ¡Tiene sentido que este cuerpecito y él en sí sea el maldito fruto prohibido! ¡Bendito sea el cielo que desechó tremendo espécimen para que pudiera tenerlo así!

... Aunque debe darle las gracias a la propia Lilith por abandonarlo.

— Alastor~... — lloriqueo moviendo las caderas — Por favor no juegues más, siento algo raro ahí...

El alfa sonrió al verlo suplicar, se siente bien ver al señor que puede joderlo en cualquier momento pedir por él.

— Un momento, mi vida, solo un momento.

Conquistaré a Lucifer. [Radioapple]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora