La Visión de Bruno

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Había llegado el momento

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Había llegado el momento.

Coraline Jones corría esquivando objetos y a personas que se cruzaran en su camino, a veces chocando con ellas, pero apresurandose para llegar a casita lo más pronto posible, detrás de ella corrían Camilo y Mirabel siguiéndola.

Al llegar al terreno las baldosas de la casa bailaron anunciando la llegada de la peliazul, la abuela Alma fue la primera en recibir a una agitada Coraline.

—¡Y-Ya…llegue!

Coraline flexiona las piernas apoyando sus manos en sus rodillas intentando recuperar el aliento.

—Bruno está arriba esperando en la entrada de su habitación ¿Quieres tomar algo antes de-?

—¡NO! ¡No quiero!—interrumpió rápidamente recuperando la compostura—Necesito esto ahora, no quiero esperar más.—dijo apresurandose a subir las escaleras

Jones necesitaba saber si volvería a casa y a su época, necesitaba buscar una solución lo más pronto posible a su problema y esperaba que tener una visión del Madrigal la ayudaría al menos a saber por dónde empezar o si siquiera volvería a casa.

Cuando llegó arriba donde estaba la puerta de Bruno toda la familia estaba reunida, Coraline noto a Bruno que parecía más cansado y más desarreglado que antes, las bolsas de sus ojeras estaban mas oscuras y su pelo estaba más despeinado que de costumbre.

—N-Niña, estás aquí…—saludo Bruno algo nervioso—Entra, hagamos esto rápido.

—¡Esperenos!

Todos voltearon a ver a Camilo y a Mirabel que corrían subiendo a duras penas la escalera pero se detuvieron al ver el estado de su tío.

—Wow, tio…¿Te encuentras bien?—pregunto Mirabel algo preocupada

—Si, pareces una momia.—dijo Camilo ganándose miradas de la mayoría

—Bruno, ¿seguro que estás bien?—Julieta preguntó preocupada por su hermano

—S-Si, estoy bien.—aseguró con una sonrisa—Ya he tomado un café, no necesito otro.—dijo girando la perilla de la puerta abriendola—¿Lista?

Bruno invitó a Coraline primero antes que nada, ella tragó saliva escuchando un sonido extraño dentro del cuarto.

—Si, lo estoy.—aseguró Coraline entrando a la puerta de Bruno

Antes de que Mirabel y Camilo dieran un paso Bruno los detuvo, no quería que nadie de su familia estuviera presente mientras se llevaba a cabo la visión así que le suplico a su madre hacer esto con la excusa de no sentirse presionado con la presencia de ellos, prometiendo informarles los detalles cuando termine.

—Lo siento, p-pero quiero hacer esto s-solo.—dijo Bruno cerrando la puerta de su habitación sin molestarse en escuchar de fondo las quejas de sus sobrinos y su familia

𝗟𝗮 𝗣𝘂𝗲𝗿𝘁𝗮 𝗦𝗲𝗰𝗿𝗲𝘁𝗮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora